“Kike” Rojas, obispo auxiliar de Mérida, donde es titular el cardenal Baltazar Porras, reunió a miles de feligreses en una misa al aire libre, para pedir “Por la libertad de Venezuela”En medio de las decisiones del gobierno autocrático que lleva las riendas del poder en Venezuela, imponiendo decisiones no del todo satisfactorias para los más necesitados; y sorprendidos ante los desencuentros públicos, dimes y diretes del estamento opositor, cuyas actuaciones dentro y fuera del país no son muy claras para la población, el mensaje de los pastores de la iglesia católica, al tiempo de ser únicos y coherentes, también interpelan el accionar del liderazgo político y de los ciudadanos en general.
Tal es el contenido mensaje pronunciado durante una misa al aire libre en la ciudad de Mérida, por monseñor Luis Enrique Rojas, quien invitó a la actividad bajo el lema: “Por la libertad de Venezuela”. Después de recorrer varios kilómetros portando el Santísimo Sacramento, el obispo auxiliar de Mérida, hizo un fuerte llamado a los líderes políticos venezolanos: “¡Por favor, nunca más engañen ni utilicen a la gente a su antojo, pensando sólo en los intereses personales!”.
El encuentro inició en la plaza “Glorias Patrias” y tuvo por destino el Viaducto “Campo Elías” de Mérida, congregando a miles de fieles de todas las edades, gremios, agrupaciones, instituciones, universidades, seminaristas, religiosos y sacerdotes, quienes se dieron cita para peregrinar bajo una sola intención: ¡La Libertad de Venezuela!
La hermosa custodia era acompañada por cánticos religiosos, oraciones y consignas. Ciertamente, la procesión tenía al Jesús Sacramentado como protagonista principal, pero también se permitió la expresión de exigencias y pancartas políticas por la liberación de los presos políticos, y el clamor por la pronta salida del gobierno socialista, que ha sumido al país en la más angustiante de las crisis a lo largo de la historia republicana.
La peregrinación era animada por el clero arquidiocesano, movimientos de apostolado y líderes de la zona, “unidos al clamor, la fe y ánimo de todo un pueblo que mantiene la esperanza de un futuro mejor para el país”, dice la nota enviada a Aleteia.
No negociar con el hambre del pueblo
Al llegar a la meta se celebró la eucaristía presidida por el obispo auxiliar a quienes sus feligreses llaman “Kike”. El prelado animó a no desfallecer en la lucha por la libertad de Venezuela. “Pronto seremos libres para siempre”, dijo el auxiliar del cardenal Baltazar Porras, el titular arquidiocesano. “La iglesia se hace presente, en especial con los obispos, sucesores de los apóstoles, para acompañar a un pueblo que sufre como lo ha hecho siempre a lo largo de los años”, añadió monseñor “Kike” Rojas.
Subrayó que Dios invita a trabajar por la libertad “con nuestra única arma que es la verdad, la cual nos hará libres y nos servirá como una aliada para destruir la mentira y la falsedad a las que, nos arrastran las ideologías cuando se imponen de una manera brutal y dantesca, como la que hoy vivimos tristemente todos los venezolanos”.
“No se equivoquen más, no sigan experimentando ni negociando con el hambre y la necesidad de un pueblo como el nuestro, recuerden que el pueblo pasa factura sin mirar color ni condición política (…). Por favor, nunca más engañen ni utilicen a la gente a su antojo, pensando sólo en los intereses personales”, pidió a los líderes políticos.
No perder las esperanzas de volver
También envió un mensaje a los desplazados venezolanos que han tenido que salir del país debido a la crisis humanitaria, a no perder la fe ni la esperanza, “porque volverán a nuestra patria, a sus casas con sus familias, a sus sitios de estudio y de trabajo”.
“Pero ustedes desde donde están y a donde vayan, sigan trabajando y uniendo esfuerzos, voluntades y sacrificios por el rescate de la libertad y la democracia en Venezuela”.
Hacia el final de su mensaje reiteró con fuerza su mensaje al Gobierno de Maduro: “a quienes tienen presa, secuestrada y esclavizada a nuestra nación, les exijo: libertad, libertad, liberen a Venezuela”. También, invitó a que actividades como ésta “se repitan en cada rincón de nuestra geografía y que traspase fronteras y animó a los asistentes a no dejarse vencer por el miedo, la tristeza, la desesperanza”.