El liderazgo positivo consiste en tener una visión, compartirla e inspirar a los demás para que la apoyen sintiéndola como propia (Gibins-Klein 2015).
En este sentido, el verdadero líder es aquel que genera un cambio positivo para los demás guiándolos paso a paso para su realización.
Esto implica el desarrollo y la educación de ciertas capacidades y habilidades transformándolas en competencias concretas que se demuestran cada día en el propio contexto de trabajo.
Veamos algunas de ellas:
- Elegir las estrategias adecuadas que permitirán un avance sostenible de la empresa.
- Hacer que los trabajadores se sientan tanto parte del equipo como de la organización.
- Tener conocimiento técnico o profesional. Los líderes han de hacer uso de sus conocimientos para poder aportar valor a su equipo y además de demostrar que saben, han de ayudar.
- Autoconocerse: Un líder ha de conocerse a sí mismo y estar dispuesto a aprender cada día y de ir mejorando.
- Establecer objetivos claros. De este modo los trabajadores tendrán objetivos que cumplir, una meta a alcanzar, una razón de ser y una finalidad dentro de la organización.
- Colaborar y promover el trabajo en equipo.
- La empresa es una gran familia, difícilmente podrá sobrevivir sin cooperación ni colaboración por parte de sus empleados.
- Tener capacidad de resolución de problemas, de saber reaccionar ante los cambios y dar solución a los problemas que se interponen en el camino de la organización.
- Comunicar de forma poderosa y sincera. Resulta esencial comunicar con sinceridad y contundencia para ser transparente y evitar mentiras y polémicas, que solo perjudicarán las relaciones laborales.
- Guiar en los cambios. Un gran líder tiene la capacidad de dirigir los cambios, convencer a sus trabajadores del motivo principal del cambio y de encaminarlos hacia lograr el éxito.
- Tener capacidad de innovar. Los cambios son frecuentes, y cada vez exigen nuevos métodos de resolución; por ello, innovar resulta fundamental.
- Apostar por la construcción de relaciones. Consiste en ser capaz de transformar el sentimiento de ser compañero de trabajo a ser compañero de equipo, el sentimiento individualista ha se transformarse a un sentimiento colectivo.
- Manifestar honestidad e integridad. Son los valores fundamentales que inevitablemente atraen al talento, todo trabajador desea un líder sincero e íntegro.
- Orientar hacia resultados. Las tareas se desarrollan adecuadamente, lo que implica que los resultados son óptimos. Ello crea ejemplo y suscita afán de querer hacer lo mismo por parte de los empleados, que querrán entrar en el círculo del éxito que refleja el líder.
- Contribuir al desarrollo del compañero. Un líder siempre buscará el desarrollo de sus compañeros, ayudándolos y aportándoles el mayor valor posible .
- Tomar la iniciativa. Un líder es líder, entre otras cosas, porque cuando hay que desarrollar alguna actividad o hay que llevar a cabo una determinada acción, tomará el timón para encabezarla y guiarla.
- Capacidad de inspirar y motivar al equipo. Relacionada con el desarrollo de los compañeros, es fundamental que siempre los motive y les demuestre lo importantes que son dentro de la organización (Amaia Goena Rodriguez).
Un líder es ante todo un servidor de los demás, que siendo consciente de su capacidad de visión y de guía sabe donarse por la consecución de un ideal y de un bien que tiene un impacto en la vida personal y de los demás.
Construir una sociedad mejor implica formar personas y lideres que tengan claros los ideales y valores como una prioridad en la vida.
Hoy celebramos a...