Debido a una irregularidad, el proceso tardó más de 120 años en completarse
El idioma hebreo siempre está vinculado a la Biblia hebrea, donde se refleja la evolución de la lengua escrita judía. Diversos estudios de gran importancia donde se compara el Antiguo Testamento con fuentes antiguas del mismo texto demuestran que los pasajes han experimentado una serie de fases antes de llegar a las versiones canónicas que conocemos hoy en día. Por desgracia, hacer un seguimiento de esta evolución depende completamente del hallazgo de pruebas materiales.
El papiro egipcio, conocido como Amherst 63, es un ejemplo de dichas pruebas. Descubierto en Lúxor, Egipto, a finales del siglo XIX, contiene una composición sorprendentemente similar al salmo 20.
Este trozo de papiro desgastado contiene 35 textos literarios escritos en arameo y data del siglo VII al VI a. C. Curiosamente, sin embargo, las palabras arameas están escritas en una cursiva egipcia llamada demótica. Es esta combinación tan inusual de idiomas la que ha provocado que el proceso de descodificación de los pasajes haya tardado más de 120 años.
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.