En la búsqueda por comer más saludable, nos enfrentamos a diario con este dilema: el de buscar todo lo más “natural” posible, y al momento de elegir nuestros alimentos en el supermercado confiamos muchas veces en envases engañosos o en una publicidad. ¿Pero conocemos cuáles son los alimentos realmente naturales?
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Tal vez sea el yogur “con fruta natural” o el pan de molde blanco “100 natural” o las galletas digestivas, sin azúcar, con avena o el jugo con pulpa de fruta light, la leche cruda ¿cuál será más nutritivo y natural?
El procesamiento de alimentos ha sido una actividad que la humanidad ha realizado desde tiempos remotos. Muchos tipos de procesamientos son indispensables, beneficiosos e inocuos, ayudan a que los alimentos crudos sean más comestibles y agradables, o a conservarlos para su consumo posterior. En cambio, otros son perjudiciales para la salud humana.
Debemos reconocer y saber distinguir al momento de la compra y consumo, un alimento natural de uno procesado para mejorar nuestros hábitos alimentarios.
Para ello en 2015 la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) propusieron la clasificación de los alimentos según el sistema NOVA que comprende 3 grupos de alimentos:
Alimentos naturales o mínimamente procesados
Ingredientes culinarios procesados
Productos comestibles para el consumo: alimentos procesados y ultraprocesados
1. Alimentos naturales o mínimamente procesados
Los alimentos naturales son de origen vegetal o animal que no han tenido ningún procesamiento industrial.
Los mínimamente procesados son los alimentos naturales que han sido sometidos a un mínimo procesamiento industrial o artesanal pero que no ha disminuido la calidad de la composición o sus propiedades saludables naturales (o sea no agregan ni introducen ninguna sustancia nueva como grasas, azúcares, aditivos o sal).
Algunos procesos incluyen el limpiado, pelado, molienda, ralladura, descremado, pasteurizado, refrigeración, congelamiento, empaquetado al vacío, fermentación de microorganismos que no genere alcohol, entre otros.
Estos son frutas frescas, secas, congeladas o al vacío; verduras y hortalizas, tubérculos y raíces; granos y legumbres; nueces; carnes, pescados y mariscos; huevos, carnes, cereales integrales, aceites vírgenes, lácteos de calidad (leche en polvo, fresca, entera, parcial o totalmente descremada, pasteurizada, leche fermentada, como el yogur solo), café, cacao, infusiones de hierbas; especias; agua potable, filtrada, de manantial o mineral.
Estos alimentos deberíamos incluirlos a diario en nuestra alimentación por ser los más saludables.
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