Informe final sobre la reunificación de las familias de inmigrantes ordenada por el gobierno de TrumpEl 7 de mayo pasado, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció la implementación de la política “tolerancia cero” del gobierno de Donald Trump con las familias inmigrantes que cruzaran ilegalmente la frontera sur del país.
En poco más de un mes que duró el proyecto, muchas familias quedaron separadas, sobre todo en la frontera suroeste, la que comparten el Estado norteamericano de Texas con el mexicano de Tamaulipas. Pronto vinieron los videos que mostraban a niños recluidos, separados de sus padres, llorando en albergues casi penitenciarios.
La repulsa nacional e internacional fue enorme. Y un juez federal determinó el 26 de julio como la fecha límite para que el gobierno de Donald Trump reunificara a las familias separadas por la “tolerancia cero”.
Entre 25 y 26 de julio, en todo el territorio de Estados Unidos fueron reunidas más de 1.400 familias migrantes. Sin embargo, nadie está seguro de si los niños se reunieron con sus familias ni cuantos quedaron sin poder reunirse. El caos y la incertidumbre gobernaron este proceso de restitución de los menores a sus familias.
El número exacto de niños que fueron separados por la “tolerancia cero” permanece, aún, sin conocerse. La mayor parte de los especialistas hablan de 2.500 menores en albergues de todos el país. Faltarían, entonces, más de mil de reunirse con sus padres. O quizá menos, nadie sabe.
Una madre, Carolina Ramos, salió del edificio de Cayuga en Park Avenue, en el Harlem neoyorquino, con sus dos hijos, de los que ella dijo había estado separada durante 120 días, y cuatro globos. Manejó durante doce horas acompañada de sus familiares desde Charlotte, Carolina del Norte, para recoger a su hija de 10 años y a su hijo de 17.
Mala fe de ida y vuelta
“Estoy feliz, tranquila, agradezco a Estados Unidos de que ahora estoy con mis hijos”, dijo Ramos, quien le dio a su hija un oso de peluche de la mitad del tamaño de la niña, según informa The New York Times en español. Pero si Ramos estaba “tranquila”, muchos otros padres no lo están. Abogados y trabajadores sociales trataban frenéticamente de determinar el 26 de julio y los días subsiguientes, si los niños que ya habían sido enviados fuera de Nueva York se habían, efectivamente, reunido con sus padres.
The Door, una agencia que trabaja con jóvenes de escasos recursos, dijo que llevaba el caso de una firma pro bono sobre tres clientes cuyos hijos habían sido llevados esta semana de Nueva York a El Paso, Texas. Uno había sido reunido con su padre en un centro de detención familiar, en Texas, pero el destino final de la familia era desconocido. Los abogados todavía desconocen dónde, o si, los otros otros dos niños se han reunido con alguno de sus padres.
“El gobierno separó a sus familias con mala fe y el gobierno está reuniendo a las familias de mala fe”, dijo Eve Stotland, directora legal de The Door. “Ha creado un trauma tan innecesario”.
Según un informe de CNN, finalmente han quedado 700 niños sin reunirse con sus familias, lo que quiere decir que uno de cada tres niños separados por la política implementada en mayo, simplemente sigue en el refugio, en el albergue o, incluso, encerrado en una jaula, como apareció en algunos videos del pasado mes de junio.
Un documento judicial señala que el gobierno estadounidense reunió a 1.442 familias con niños de cinco años o más. Por lo demás, hay 463 padres de familia que ya no se encuentran en Estados Unidos, por lo que la reunión con sus hijos menores ser, verdaderamente, compleja.
Y por si fuera poco, 191 padres de familia no serán reunidos con sus hijos porque tienen registros criminales o se negaron a la reunificación, según el Gobierno. Los niños, entonces, seguirán a la deriva.