Cuando la venganza se transforma en mal antídoto a la hora de buscar justicia
El caso parece de película, pero no lo es. Sucedió en horas de la mañana del martes 24 de julio en la clínica Ricardo Palma de Lima, Perú. En determinado momento, en medio de la rutina cotidiana, se escucharon dos explosiones, hecho que dejó 35 heridos, entre ellos algunos de gravedad, además de otros daños estructurales.
Inmediatamente todo se transformó en caos y algunos comenzaron a hablar de atentado terrorista. Sin embargo, con el transcurso de las horas esta hipótesis fue perdiendo fuerza y se posicionó una palabra al principio un tanto inesperada: venganza.
Detrás de este presunto móvil, pues el caso sigue en investigación, también aparecieron como protagonistas los presuntos autores de las detonaciones. Se trata de dos hermanos -Lenin Benites Aguirre y Claudia Benites Aguirre-, quienes también resultaron heridos y terminaron siendo atendidos en el mismo centro de salud.
«Como primera hipótesis, porque (el caso) todavía está en investigación, tenemos que ha sido una venganza privada, al parecer porque la madre de ambos había fallecido en la clínica», señaló José Baella, jefe de la Dirección contra el Terrorismo de la Policía peruana, en una conferencia de prensa, reproducen medios como BBC Mundo.
«Los indicios y evidencias de los hechos ocurridos en la clínica no presentan indicativos de ser un atentado terrorista por ninguna razón», había señalado antes.