El cura de la iglesia católica de Bomaka, distrito de Buea, la capital de la región anglófona del suroeste de Camerún, fue asesinado el 20 de julio por individuos no identificados
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Una nueva tragedia que pone de luto a la Iglesia católica en Camerún. El padre Alexander Sob, cura de la parroquia católica de Bomaka, distrito de Buea, capital de la región anglófona del suroeste de Camerún, fue asesinado este viernes 20 de julio por personas no identificadas. “Hemos recibido fotografías del cuerpo del sacerdote fallecido”, Alexander Sob, indicó un portavoz de comunicaciones de la Iglesia católica en Yaundé, añadiendo que los autores del asesinato siguen siendo desconocidos y que el cuerpo del párroco está mutilado.
“Con un gran pesar en el corazón y una gran tristeza, anunciamos que Dios ha llamado a nuestro querido sacerdote el reverendo Alexander Nougi Sob, un sacerdote de nuestra iglesia local que ha sido asesinado en Muyuka”, declaró emocionado el vicario general de la diócesis de Buea, el reverendo Asek Bernard. Las autoridades camerunesas aún no se han pronunciado sobre las circunstancias de la muerte del sacerdote.
Los obispos cameruneses lanzaron un profundo “grito de angustia” en mayo ante el deterioro de la situación de seguridad en las regiones anglófonas del país, frente a unos combates que se han vuelto casi diarios entre las fuerzas de seguridad camerunesas, desplegadas masivamente en el noroeste y el suroeste del país, y hombres armados que se presentan como las “fuerzas de restauración” de un Estado anglófono. Un total de 160.000 personas han tenido que huir de sus hogares como resultado de la violencia, informa la ONU. Según la organización International Crisis Group (ICG), “al menos 120” civiles y “al menos 43” miembros de las fuerzas de seguridad han sido asesinados desde finales de 2016. El balance separatista es desconocido. Para el ICG, la Iglesia católica es el único actor capaz de “promover el diálogo” entre los insurgentes y el Gobierno.