La cumbre de Helsinki ha sido considerada “inútil” y hasta “vergonzosa”
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La cumbre del Helsinki entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha puesto en evidencia la debilidad del primero frente al líder ruso.
Parece que todo el papel de Trump consistió en no desairar a Putin y buscar su favor, aunque ambos aparecieran ante los medios con cara seria, e incluso Trump con cara de perro. Sin embargo, luego hemos visto que el presidente de los Estados Unidos aparcó su tradicional verborrea de lobo para vestirse de cordero ante Putin.
Nadie entiende que Trump equiparara la credibilidad de sus instituciones de inteligencia (las norteamericanas) con la palabra de Putin, cuando le preguntaron sobre la posible intervención rusa en la campaña presidencial de 2016. Dijo Trump en la rueda de prensa de ambos líderes: “Lo único que puedo hacer es formular la pregunta. Muchos dicen que creen que es Rusia. El presidente Putin dice que no es Rusia. Yo diré esto: no veo razón alguna de por qué debe ser así. Yo quiero ver el servidor. Tengo confianza en ambas partes”. (Vestido de cordero).
En realidad, muchas cosas no se han entendido de esta “cumbre” de Helsinki, de la que no hubo comunicado final de la reunión, ni taquígrafos durante la misma. ¿De qué hablaron Trump y Putin? Después explicaron en una rueda de prensa lo que quisieron, ¿Habrá pasos importantes hacia la paz en la terrible e inhumana guerra de Siria? Solo palabras.
Y qué hablaron, si hablaron, del cambio climático, del acuerdo nuclear sobre Irán, de Ucrania y Crimea (anexionada por Rusia). En este último punto Trump no supo responder ¡y lo tuvo que hacer Putin por él!: Putin dijo que la Anexión es fruto de un referéndum, y que ambos países (USA y Rusia) tienen criterios distintos sobre este punto.
Y qué hablaron sobre la energía, sobre el desarme nuclear, sobre el Medio Oriente, sobre la desnuclearización de Corea del Norte, o sobre China y el Pacífico del Sur, o sobre el comercio internacional, o sobre la Unión Europea…
La reunión, dijeron los dos mandatarios, sirvió para crear un deshielo en las frías relaciones entre los Estados Unidos y Rusia y que se darán pasos adelante en lo sucesivo. De acuerdo, pero ¿sobre qué temas?
La cumbre de Helsinki ha sido considerada “inútil” y hasta “vergonzosa” por algunos senadores republicanos de los Estados Unidos y por comentaristas y expertos en política internacional de este país. Trump no solo no ha exigido responsabilidades a Putin, sino que ha puesto en valor su palabra frente a las instituciones de inteligencia de su país.
En definitiva, la “cumbre” –nada que ver con otras que tuvieron lugar entre los presidentes de los Estados Unidos y la Rusia Soviética- ha servido para dar alas a Vladimir Putin, al recuperar un tratamiento de gran potencia como en periodos anteriores, y para conocer hasta qué punto Trump está dispuesto a no enojar a Putin y a Rusia. Por eso cabe preguntarse, ¿qué ases tiene en la manga Putin para que el presidente de la primera potencia mundial le ría sus gracias y busque sus favores?