Aunque algunos castillos se construyeron para la guerra, parece que el de Monftort, en la Alta Galilea, servía para descansar y relajarseEn la región de Alta Galilea en Israel están las ruinas del que fue el castillo de Montfort, construido a mediados del siglo XIII por la Orden Teutónica. Los caballeros teutónicos eran parte de una orden monástica germana de cruzados. Su función principal era ofrecer servicios caritativos para cristianos, como iniciar hospitales y proteger a peregrinos cristianos en su camino a Jerusalén.
Durante una excavación reciente en el castillo de Montfort, los arqueólogos encontraron pruebas que indicaban que los caballeros teutónicos estacionados allí no eran responsables de la defensa de la región ni de brindar apoyo a las fuerzas cruzadas, lo cual nos lleva a preguntarnos, ¿qué propósito tenían?
Según el profesor Adrian J. Boas de la Universidad de Haifa, jefe de arqueología de la excavación, estaban jugando a juegos de mesa. El equipo descubrió un conjunto de piezas del juego de mesa del alquerque (también llamado ‘molino’ o ‘nueve hombres de Morris’), un juego que se remonta al Imperio romano.
También se encontraron entre los restos del castillo germánico un taller para hacer botones, tuercas de ballesta y otros objetos tallados en hueso, además de una gran cantidad de huesos animales, incluyendo de cerdos europeos, que debieron de haber sido importados a la región para que a los cruzados nunca les faltara el cerdo en un territorio donde era prohibido para musulmanes y judíos.
Los historiadores pudieron analizar información valiosa sobre cómo vestían los cruzados, a partir del hallazgo de hebillas de cinturón y botones de túnica encontrados en el lugar. Sin embargo, no había piezas de armadura, más allá de unos fragmentos de una oxidada cota de malla. Es seguro afirmar que el castillo se usaba como un lugar de relajamiento y recreo, más que como una fortaleza militar activa.
Out Feed Story describe el aspecto del lugar en el siglo XIII:
El castillo estaba espléndidamente amueblado, con paredes pintadas al fresco, hermosos tapices tejidos a mano, habitaciones abovedadas, madera dorada, vidrieras y lujosos apartamentos para que vivieran los caballeros. Es un complejo que se extendía por la ladera de la colina, con establos, talleres, un cuartel de castellanos, una capilla y un enorme salón.
El profesor Boas sugiere que “el propósito del castillo parece haber sido [acoger] a parte de la administración de la orden, como los archivos y quizás el tesoro”.
La Orden Teutónica quizás usara el castillo de Montfort para esconderse de otros grupos de cruzados, como los templarios y los hospitalarios. A lo largo de las Cruzadas, estos tres grupos lucharon entre sí, aunque todos compartían la misma religión y los mismos objetivos. Gracias a la geografía en torno al castillo de Montfort, es bastante posible que las fuerzas templarias y hospitalarias nunca supieran que estaba allí.