Murió una religiosa amante del deporte y a quien se le atribuye la “imbatibilidad” de Franco Armani, portero argentino que debuta en Rusia 2018 “Se marchó la monjita que cerraba el arco verde”, titula El Colombiano al hacer referencia a la muerte de María Teresa Rodríguez, una religiosa de 84 años colombiana vinculada a la Compañía del Niño Dios desde el año 1960. Es que a esta monja también se la conocía por su ferviente pasión por el fútbol y de manera especial por el Atlético Nacional de Medellín.
“Se sabía todas las nóminas campeonas de memoria y sabía siempre lo que pasaba con su equipo y el fútbol colombiano escuchando todas las noches El Alargue”, dice su hermano al medio colombiano, al tiempo de dar cuenta que su pasión por el deporte no era un estorbo para el desarrollo de una vocación de servicio y entrega para su comunidad.
¿Pero esta monja colombiana qué tiene que ver con Franco Armani, portero debutante de Argentina en el Mundial?
Precisamente, a la fe, súplicas y acciones de esta monja, una mujer pendiente en todo momento de lo que acontecía con su equipo, se le atribuye de alguna manera la “imbatibilidad” del guardameta y el hecho de mantener el arco en cero en varios momentos de la liga.
En esa línea, Armani -un deportista casado con una colombiana que se identifica como evangélico y que a menudo suele hacer pública su fe en Dios- antes de su llegada a River Plate de Argentina tuvo una destacadísima actuación en el arco de Atlético Nacional de Medellín.
Uno de los anhelos de esta monja, prosigue El Colombiano, era celebrar los goles de Colombia en el Mundial, pero también ver a su querido Armani con Argentina, de quien tanto se ha hablado desde hace semanas en cuanto a su actuación con la selección luego de lo sucedido con el hasta ese momento portero titular Willy Caballero en su último partido contra Croacia y un error clave para la derrota.
Argentina se juega el pasaje a octavos de final contra Nigeria y solo necesita ganar, por ende, recibir la menor cantidad de goles posibles. En eso trabajará Armani y la monja colombiana que tanto lo ha querido y que sin dudas rezará desde el cielo para que también “se cierre el arco albiceleste” y se pueda dar el triunfo de Argentina.