El gran espectáculo de la Tierra, o cómo volver a la belleza

Un espectacular documental de la BBC muestra todo el esplendor de la creación¿Cuándo fue que dejamos de compartir? ¿Cuándo fue que nos olvidamos de la belleza, de la naturaleza, del espectáculo del mundo? ¿Cuándo fue que cerramos los ojos, que dejamos de mirar la vida, de fascinarnos con el espectáculo en vivo de La Tierra?

¿Cuándo fue que dejamos la lentitud, lo esencial del tiempo y del espacio y nos arrojamos al vacío de la producción, la dictadura de la materia, de lo económico, del capital, de la máscara del éxito? ¿Cuándo fue que dimos la espalda a los campos, a las montañas, a la nieve, a los océanos y nos volvimos tan tristes, tan inhumanos, tan extraños, tan sedientos de ego?

La vida va de otra cosa. Al menos eso es lo que se te viene a la cabeza cuando te topas con El gran espectáculo de la Tierra, una serie de documentales que cuenta ya con dos temporadas (la segunda se acaba de estrenar) y que está realizada por la BBC.

Es la naturaleza a corazón abierto. Son paisajes imposibles que habitan en el mismo mundo que el nuestro, alejados del cemento de los grandes edificios, paisajes que contienen la vida en su esencia, pueblos que viven como hace siglos, que cazan, respiran y sueñan como hace mil años. 

Nos estamos perdiendo cada día no sólo la serie de documentales de la BBC sino también el propio espectáculo de la Tierra. Habrá que pararse. Lo que necesitamos es amor, sí, pero también pararnos. Contemplar esos amaneceres que cada mañana te están esperando mientras hierve el café. Esos sonidos cargados de esplendor que están componiendo los animales, el relinche de un caballo, el ladrido de un perro, el canto de un vencejo, que vuela alto, muy alto de noche, y duerme balanceándose en el aire, ajeno al tiempo.

Se nos ha olvidado vivir, ¿no? Estamos ahí acumulando todo lo que podemos sin prestar atención a ese espectáculo en directo del mundo. El sol que araña la casa por la tarde, la mariposa que restriega su cuerpo suave por una flor, el agua que baja del río, del último río del pueblo, que se seca ahora en verano y que luego vuelve a bajar, estrepitoso, cuando llegue el frío…

Mientras estamos haciendo otra cosa se pasa la vida y series documentales como El gran espectáculo de la Tierra nos lo grita. Nos dice: mirad lo que os estáis perdiendo. Nos dice: mirad cómo vivís. Nos dice: mirad, esto es la libertad, esto que veis aquí es la felicidad. Y si somos sensibles, si aún nos queda algo más por dentro, diremos que sí, que nos lo estamos perdiendo todo a esta velocidad, en este camino horrible hacia la nada.