¿Por qué se suicidan tantos famosos?

Tener fama y dinero puede ser uno de los grandes sueños de algunas personas, pensando que así serán más felices. Sin embargo, son muchos los casos de personajes célebres que terminan su vida de forma trágica.  Algunas de estas conocidas celebridades acaban en el mundo de la droga, otras con serios trastornos psicológicos y otras forzando su propia muerte, incapaces de seguir soportando el sufrimiento que esconden en su interior.

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Nos preguntamos cómo seria la vida de estas personas si hubiesen gozado de la dimensión espiritual en la propia vida que pudiera darle un sentido más profundo a su existencia y vivir con una dimensión social más amplia y completa. Está claro que, en caso de enfermedad o trastorno clínico, lo primero que han de recibir es atención médica y poner todos los medios necesarios al servicio de quien sufre este tipo de trastorno.

Los suicidios de famosos, además de asombro, generan una gran preocupación en la sociedad y lleva a muchos a preguntarse qué está pasando. La respuesta es que estas trágicas muertes son un reflejo del aumento global de los casos de suicidio, un fenómeno que ocurre en todas partes del mundo y cuyas victimas son hombres y mujeres de todas las edades.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay 800.000 suicidios en el mundo al año y en los últimos 45 años la tasa ha aumentado 65 por ciento. Los cálculos de la OMS indican que para 2030 la depresión, a la cual se asocia la conducta suicida, será la condición con mayor carga de enfermedad.

Algunas causas que pueden llevar a este dramático final

• Los cambios acelerados en que se vive actualmente y que debilitan los factores protectores del bienestar mental: los desplazamientos, el individualismo, centrar la vida en prioridades banales; la manera como hemos sido educados para afrontar las dificultades y los momentos de crisis, etc.
  
  
  
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• La cada vez mayor desconexión de las personas entre sí y consigo mismas, unida a un mayor afán por la productividad y el consumo lleva a las personas a ser muy autoexigentes.
  
  
  
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• La constante sensación de soledad. Cada vez más personas se sienten vacíos y solos. Vacíos cuando se dan cuenta de que todos los esfuerzos por adquirir y consumir no dan sentido a su vida. Y solos porque, en ese esfuerzo por la excelencia, se olvidan de crear vínculos humanos sólidos pues ven a los demás como competidores o potenciales enemigos en los que no se puede confiar.
  
  
  
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• La presencia de trastornos mentales que son multicausales y por ello no se puede reducir todo al problema de la depresión. Hay circunstancias particulares muy dolorosas que pueden conducir a un estado de depresión de manera poco consciente: bulismo constante, abusos, pérdida de seres queridos, enfermedades graves etc.
  
  
  
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Consejos concretos ante situaciones de este tipo

• Se debe explorar la presencia o ausencia de pensamientos suicidas, el origen de tales ideas, su grado de actividad y elaboración y la existencia o no de un plan que llevar a cabo. Cómo, cuándo y por qué son preguntas necesarias y que permiten hacerse una idea de la gravedad de la situación. A mayor planificación y concreción de las respuestas mayor riesgo de que el pensamiento se intente llevar a la práctica.
  
  
  
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• En casos de ideación suicida es necesario un tratamiento rápido que permita actuar con efectividad sobre el núcleo del problema. Hay que tener en cuenta que, contrariamente al mito tan extendido, en la mayoría de los casos la persona que piensa en suicidarse y cree que hay posibilidades de terminar optando por esa opción, avisa o advierte a sus amigos o familiares.
  
  
  
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• Apoyo social, familiar y afectivo. No cabe duda que, salvo en caso clínico de enfermedad, uno de los remedios más eficaces para superar los momentos críticos de la vida y evitar consecuencias dramáticas es la vida afectiva sana donde el apoyo de familiares y amigos son el mejor recurso para superar cualquier tipo de dificultad en la vida.
  
  
  
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