Por fin llegó la fotografía que todo el mundo esperaba. El presidente de EEUU Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un estrechaban su mano tras cuatro horas de reunión en Singapur.
Cuatro puntos fundamentales del acuerdo:
1. Los Estados Unidos y la RPDC se comprometen a establecer nuevas relaciones entre los Estados Unidos y la República Popular Democrática de Corea según el deseo de los pueblos de los dos países por la paz y la prosperidad.
2. Los Estados Unidos y la RPDC se unirán a sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la Península de Corea.
3. Reafirmando la Declaración de Panmunjom, del 27 de abril de 2018, la RPDC se compromete a trabajar hacia la desnuclearización completa de la Península Coreana.
4. Los Estados Unidos y la RPDC se comprometen a la recuperación de los POW / MIA (prisioneros de guerra y desaparecidos en acción de combate) restantes, incluida la repatriación inmediata de aquellos ya identificados.
Tras la firma y el apretón de manos llegaron las primeras declaraciones. Para Trump, Kim “es un hombre de mucho talento, también me he dado cuenta de que ama mucho a su país” y para Kim: “Vamos a firmar un acuerdo histórico. El mundo va a ver un cambio tremendo… Doy las gracias al presidente Trump por haber hecho posible este encuentro”.
En la comparecencia a Trump le preguntaron si invitaría a Kim a la Casa Blanca: “Absolutamente, lo haré”. De momento todo son parabienes: ¿Cuánto durara esta amistad?