La mayoría de la población argentina que profesa una religión estuvo representada durante una oración interreligiosa que tuvo lugar este jueves en la ciudad de Buenos Aires, en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina. La oración se dio en el marco de una jornada de ayuno y oración convocada por la Iglesia mientras se ingresa en la recta final por la discusión parlamentaria que podría conducir a la despenalización del aborto en la Argentina.
Si la discusión parlamentaria no tiene precedentes en el país, tampoco la intensidad con la que desde las distintas religiones se está rezando para que la vida siga siendo un derecho desde el momento de la concepción.
Desde obispos católicos y de las principales iglesias cristianas de oriente, a representantes de las principales instituciones islámicas del país, rabinos, pastores de iglesias bautistas, metodistas y distintas entidades que agrupan a confesiones evangélicas, mormones, miembros y referentes de religiones africanistas y de los pueblos originarios americanos, todos juntos rezaron por el derecho a nacer en la Argentina.
Fue una ceremonia sencilla pero sentida, en torno a una vela encendida en el salón más amplio de la sede de la Conferencia Episcopal Argentina. Uno a uno, desde una evidente diversidad, pero con un común interés, fueron proponiendo oraciones e invocaciones o compartiendo reflexiones en torno a la vida, que unánimemente fue proclamada como sagrada y digna de todo respeto en todas sus etapas.
“Nos unimos en el testimonio de defender conjuntamente el derecho a la vida y el derecho a la libertad religiosa y objeción de conciencia, porque cada uno de ellos tiene una importancia primordial, el primero por ser el soporte de todos los demás derechos, y el segundo por estar íntimamente relacionado con el primer deber del hombre de reconocer la gratuidad de Dios”, expresaron durante el acto y se plasmó en un comunicado posterior.
En el dictamen más fuerte que podría votarse el 13 en la cámara de diputados, explícitamente se excluye el derecho de las instituciones fundadas por las religiones o organizaciones de cualquier tipo a ser objetoras de conciencia, y se obligan a todos los médicos a realizar un aborto en algunas circunstancias, incluso cuando se hayan inscripto como objetores de conciencia. Tampoco se contempla el derecho a quienes colaboran con los médicos, que nunca trabajan de manera aislada en un sistema sanitario, a negarse a colaborar con una práctica que contradice sus convicciones más profundas.
En numerosas ocasiones durante la discusión parlamentaria que lleva ya unos meses se hizo referencia a que la discusión no se debía dar en torno a la religión y que las religiones debían abstenerse de opinar, cosa difícil ya que de acuerdo a los distintos censos la gran mayoría de los argentinos profesa una religión, siendo la católica la más importante. Esos argumentos parecen haber sido concebidos o extrapolados desde otros países.
Y aunque varios diputados se han expresado católicos romanos y aún así votarán a favor de la ley, esto supone una contradicción puesto que aún en la diversidad que hace a la Iglesia el mensaje desde quienes la pastorean ha sido unánime: Vale Toda Vida, siempre.
Son días de intensa oración en la Argentina. Como ante los escenarios más difíciles de la historia de la patria, como evocaron ayer durante el encuentro interreligioso, desde gran parte de las religiones los argentinos creyentes están unidos rezando con un mismo fin.
Hoy celebramos a...