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“Italia está llevando el mundo a Caracas” con el cine como herramienta cultural

FESTIVAL

Instituto Italiano de Cultura de Caracas

Carlos Zapata - Aleteia Venezuela - publicado el 03/06/18

En momentos cuando “Venezuela se está cerrando cada vez más, el cine se convierte en instrumento para conocer integralmente una cultura en la contemporaneidad” y también para acercar. Por ello, Italia celebra en Caracas una nueva edición de su especial festival de cine

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Hay tiempo para la cultura en Venezuela, un país convulsionado por la crisis humanitaria, donde países europeos impulsan el desarrollo también desde la proyección de extraordinarias cintas y documentales.

Bajo este marco, desde los espacios de Trasnocho cultural, se realizó en Caracas el lanzamiento del XIV Edición del Festival de Cine Italiano, una actividad que presidió el embajador de Italia en Venezuela, Silvio Mignano, y a la que fue invitada Aleteia.

Durante la presentación, que tuvo como escenario los exclusivos teatros de Trasnocho, la directora, productora y guionista de cine, Solveig Hoogesteijn, recordó que la relación de Venezuela con Italia es larga, “y a todos los niveles”.

Dijo que los vínculos cuentan con varias décadas y sostuvo que desde de 1948, después de la Guerra Mundial, “hay una relación muy estrecha con el cine italiano”. A propósito, parafraseó un contenido promocional de la época en el que se descubre un lenguaje muy particular con el que escenificó el panorama de “la Caracas moderna y modernista” de aquel entonces.

“Me encuentro con un anuncio: ‘Es un enorme estreno simultáneo de máxima sensación…’ Oigan el lenguaje de la época, que es muy divertido y a la vez muy interesante, culturalmente hablando. ‘La belleza triunfadora y arrebatadora de Arroz amargo, una película anterior; ahora en otra vigorosa película del mismo productor se presenta simultáneamente en cinco salas de cine’. Una película italiana, subtitulada, y se presenta en el recién inaugurado autocine, el primero de toda Latinoamérica”, leyó la cineasta.

En ese contexto, destacó que “fue inmensa la influencia del neorrealismo italiano en todo el cine latinoamericano”, y argumentó que ello obedeció principalmente a la falta de recursos. Explicó al respecto que “una de las grandes inspiraciones es el neorrealismo, porque moralmente es un cine de denuncia, el cual quiere dedicarse a temas que no teman los cánones de la industria”. Y por ende “se vale de ocasiones naturales, y no de los estudios”.

“En lo cultural y en lo político”

Es muy interesante esta otra visión, dijo, porque las jóvenes generaciones de esa época, “los herederos del 68 ven en el cine un medio de expresión crítico para lograr los cambios en la sociedad, convirtiéndose en una herramienta no sólo cultural, sino también política”. Algo que en opinión de la acreditada dama sigue siendo un elemento de valor en la particularmente compleja actual realidad venezolana.

“Nuestra relación con el cine italiano ha sido muy estrecha, pasando por la labor tan importante de la cinemateca nacional de acercarnos. Pero también en la distribución. Además, en el cine de acción norteamericano, hay un contingente grande de público que aprecia el cine europeo o el cine norteamericano de autor”, dijo.

“Estamos hablando del caso del cine que trasciende más allá de lo industrial, desde los inicios de los 40, cuando estaba presente el cine italiano, el francés: y extrañamente más tarde, el español”, agregó.

Hoogesteijn considera “muy interesante” ver que en nuestra cultura “hay algo que nos define y es nuestra situación geográfica y geopolítica. Estamos abiertos hacia el hemisferio norte y hacia el Atlántico”.

Ello conduce a que “el venezolano sea siempre un ser muy cosmopolita. Por eso, apenas sale algo tecnológico, somos los primeros en consumirlo. Apenas sale una innovación, el venezolano está muy ávido de lo nuevo”.

Una forma de entrar a Venezuela

Desde su existencia hace casi veinte años, la venezolana nacida en Suecia comanda el Trasnocho Cultural, en cuyos espacios cobran vida las obras de teatro y una importante selección de aclamadas cintas.

“Para el Trasnocho es importantísimo tener un festival de cine italiano, que comenzó en el 2007, aunque dieron muchas muestras de cine italiano anteriores” señaló la gerente cultural.

Estimó que “es muy importante, porque Venezuela se está cerrando cada vez más, el cine es el mejor vehículo para conocer integralmente una cultura en la contemporaneidad. Y estas son todas películas recientes”.

“Si queremos acercarnos a lo que son los conflictos de los italianos hoy en día: sus problemas, sus sueños y sus cotidianidades, el cine es ese vehículo que no sólo da personajes, sino que nos da el contexto, porque nada puede ser filmado que no suceda en la realidad”, dijo.

“Es importantísimo poder traer el mundo a Caracas. Por eso, agradecemos con cariño al Instituto Italiano de Cultura, por su persistencia en nuestra resistencia por seguir en nuestra labor cultural”, concluyó.

Desde el primero y hasta el 14 de junio de 2018, se realizará e la Gran Caracas la XIV Edición del Festival de Cine Italiano, específicamente en los espacios de Trasnocho Cultural de Paseo Las Mercedes, en Miranda.

Siete películas para amar Italia

El evento implica la proyección de 7 películas y 1 documental, materiales realizados por los directores y productores más destacados de Italia, con temáticas que abordan temáticas como: inmigración, tradiciones, ambición, relaciones afectivas, psiquis humana y  algunas aventuras.

Este año coincide, además, con el 70 aniversario de la película “Ladrones de bicicletas”, una cina icónica del neorrealismo, mientras que este 2 de junio también se celebraba el Día Nacional de Italia, y de acuerdo con sus entes culturales y la embajada en Caracas, el festival es una estupenda manera de celebrarlo.

En esta oportunidad, la cartelera incluye: Anita B, La Bella Gente, El capital humano (Il Capitale Umano), Locas de alegría (La pazza gioia), Mantente lejos de mí (Stai lontana da me), Nosotros éramos (Noi eravamo), La silla de la felicidad (La sedia della felicitá) y el documental: El perfume del tiempo de las fábulas (Il profumo del tempo delle favole).

Al contar acerca de sus escritores y músicos predilectos, el ahora papa Francisco reveló en el libro El Jesuita (2010), de Sergio Rubin y Francesca Ambroguetti que “La Calle”, del italiano Federico Fellini, “es una de sus películas favoritas”. Además de “Roma, Ciudad Abierta”, gracias a una cultura cinematográfica que surgió debido a que sus padres lo llevaban frecuentemente al cine.

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