Lo sucedido en la cadena Starbucks también sirvió como plan de entrenamiento para sus trabajadores para evitar discriminación
El dicho “no hay mal que por bien no venga” terminó haciéndose realidad en la cadena de cafeterías Starbucks en Estados Unidos. La polémica detención, el pasado mes de abril, de dos estudiantes afroamericanos en una cafetería de esa cadena en la ciudad de Filadelfia, además de resolverse con un acuerdo y un proyecto educativo, alertó a los dueños a llevar a cabo un proyecto integral con sus trabajadores para evitar todo acto de discriminación racial.
El arresto arresto de Rashon Nelson y Donte Robinson, ambos de 23 años, el pasado 12 de abril, dejó perplejos a los clientes de la sucursal de Starbucks en Filadelfia. No entendían el motivo de la presencia de los agentes del orden ahí. Y es que el responsable del establecimiento había llamado a la policía porque Nelson y Robinson “no estaban consumiendo nada”.
Según la versión que contaron más tarde, los jóvenes estaban esperando a un amigo. Su detención, grabada con una cámara de celular, irritó a la comunidad afroamericana y motivó que, de inmediato, se movieran a favor de Nelson y Robinson para imponerle una demanda a la ciudad de Filadelfia por 200,000 dólares.
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