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Y llegó el gran día, la última prueba con la que competía por el primer lugar y el jugoso premio de 50.000 dólares. Utilizando ingredientes de aspecto poco agradable crearían el postre más hermoso. Además, debían de preparar un pastel tipo Geoda de colores llamativos -tipo de formación rocosa con cristales adentro de diferentes colores- y con cristales vibrantes, mismos que hicieron utilizando caramelos macizos hechos a mano.
“Siempre estoy pensando en mi esposa Susana y en mis hijos. Esto lo hago por ellos. A través de las semanas tuve la oportunidad de demostrarles a mis hijos que su padre no es solo un chef pastelero, sino que es un hombre que trata de superarse a sí mismo todos los días con cada desafío. Este es el premio más grande de todos”.
Estas fueron las palabras que Nacho pronunció entre lágrimas durante la final del “Spring Baking Championship” antes de que se anunciara que él era el ganador de la cuarta. Temporada.
Ellos compartieron en exclusiva para Aleteia algo de lo que ha sido su dulce historia de amor, además de dejarnos al descubierto sus ingredientes secretos para que sus creaciones tengan un sabor único: gusto, entrega, cariño y pasión.
“Los 2 somos de Torreón, Coah. México y nos conocimos hace 27 años en el cumpleaños de una prima de Susy. Ahí comenzó nuestra historia que sellamos con un pacto de amor eterno -matrimonio- un 30 de abril, hace 24 años, justo el día de la final del campeonato. Así que tuvimos doble celebración junto a nuestros 5 hijos: Renata (22), Iñaki (20), Regina (17), Rosario (14) y Emilio (11)”.
“Nuestra historia con los hornos comenzó cuando me voy a estudiar el “Grand Diplôme Cuisine and Pastry – Le Cordon Bleu” a París, mientras Nacho estudiaba computación. A mi regreso nos casamos.
Él trabajaba en su restaurant y yo me seguía dedicando a la pastelería. Comenzamos a crecer en esto de la confitería y al poco tiempo, dado que a ambos nos gustaba esto de lo “dulce”, tomamos la decisión de adquirir una chocolatería para dedicarnos de lleno a esto.
«Empezamos desde la cochera de nuestra casa con un horno que compramos. De ahí nos establecimos en un local pequeño. Seguimos creciendo y nos cambiamos a otro más grande.
Como seguíamos en expansión se nos presentaron 2 opciones: abrir una sucursal o darles a nuestros hijos la oportunidad de tener una experiencia diferente, mejores oportunidades de estudio, de vivir en otro lugar y de que aprendieran otro idioma.
Fue ahí que decidimos que mejor todos nos cambiaríamos a vivir a San Antonio, TX y abrir ahí la sucursal de nuestra pastelería”.
“En la vida hay que lucharle, nunca le he tenido miedo a nada. Esta experiencia que nos tocó vivir, antes a Susi y ahora a mí, ha sido algo increíble y de mucha enseñanza. Todo lo que yo he aprendido ha sido por mi maravillosa mujer y de la necesidad que he tenido de hacer las cosas, pero de hacerlas bien, con pasión, con la esperanza de que todo funcione para sacar adelante a mi familia.
En cuestión de estudios la Chef es ella, mi esposa. Yo nunca he pagado por una clase de cocina. Más bien fui muy afortunado en casarme con ella.
Nuestro camino ha sido muy difícil, de mucho trabajo, de lágrimas, sudor y sangre. Empezar de cero en otro país no es nada sencillo. Pero lo que nos ha salvado es la esperanza y pasión que tenemos por lo que hacemos y de hacerlo bien, nunca de una forma mediocre. Haciendo así las cosas la esperanza de que vas al éxito crece, aunque cueste trabajo. Mi esposa y mis hijos son mi motor para hacer las cosas así”.
“Yo me siento muy afortunada de tener un esposo como Nacho que en televisión nacional dice cuánto nos ama y que todo lo hace por nosotros. Ese es Nacho, un hombre auténtico que es como lo ves, que dice lo que en realidad siente. Es una persona muy cariñosa que siempre le gusta demostrar sus sentimientos”.