The Wall: Un muro entre Oriente y Occidente

Firmada por Doug Liman, director de Sr. y Sra. Smith, The Wall es una película pequeña pero matona. Un soldado americano es acorralado por un francotirador iraquí y solo un muro lo separa de una muerte segura.

Los muros suelen separar a las personas, por lo que son malos. Pero en ocasiones, un muro también puede ser un símbolo, una figura que ejemplifica por sí misma la imposibilidad de unir dos cosas. Oriente y Occidente son dos mundos realmente distintos. En occidente, estamos convencidos de que son como nosotros pero ellos no hacen más que evidenciar que allí las cosas no funcionan como aquí.

En The Wall, un soldado americano es acorralado por un francotirador iraquí en mitad del desierto, entre los cascotes de una zona en obras. Tras un miserable y destartalado muro, el soldado norteamericano se aferra a su vida pese a que arrastra un tiro en la pierna, su radio no funciona, el calor es cada vez más insoportable y el agua se le ha acabado. En determinado punto, el francotirador se pone en contacto con el soldado por radio y comienzan a hablar.

Puede que no hayan dos personas más opuestas en el mundo que un soldado americano y un iraquí armado con buena puntería. Al primero le mueve acatar unas órdenes, al segundo sus valores despedazados por la invasión de un país extranjero. El muro está separando al militar norteamericano del tirador iraquí, pero creo que también ilustra cómo ambas culturas están separadas inexorablemente.

A lo largo de hora y media la cámara de Doug Liman no se separa de Isaac, curioso nombre bíblico para un soldado estadounidense. Buscar paralelismos entre el relato Bíblico del hijo de Abraham y The Wall podría ser interesante pero no sé hasta qué punto convincente. Lo cierto es que al final las cosas no salen del todo bien en el film de Liman y eso que su propuesta ideológica es muy similar a lo que hemos visto hasta la fecha sobre el tema.

El asunto es que al final, uno pasa el rato con The Wall. La situación, construída en torno a un único escenario y con, en esencia, un único personaje en pantalla, se mantiene moderadamente bien. El film tiene un bajón en su tramo medio pero se recupera rápido.

Al final, puede que The Wall no sea más que un entretenimiento resultón aunque es evidente que hay un mensaje ideológico detrás muy del gusto de los americanos. Pero no es menos cierto que el film funciona como parábola y hasta incita a alguna que otra reflexión personal, si uno está atento a lo que ve.

Por lo demás The Wall al menos, es una película fuera de lo habitual. Bien ensamblada no por sus defectos, deja de ser un título recomendable.