La filosofía no sirve para nada. ¿Seguro?
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Nos sentamos a conversar con Miquel Seguró (Argel, 1979), investigador de la Cátedra Ethos de la Universidad Ramon Llull (www.url.edu/es) y profesor de Filosofía de la Universitat Oberta de Catalunya (www.uoc.edu) para dilucidar si la filosofía sirve para algo y terminamos constatando que la filosofía forma parte de nuestra vida, individual y colectiva.
Y que preguntarse sobre el amor y la muerte, sobre la libertad o la ciencia son “preguntas filosóficas” que se hace todo el mundo, con mayor o menor intensidad, con mayor o menor conciencia.
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La vida también se piensa es su última reflexión, publicada por Herder, en la que arremete con argumentos y picardía contra los 7 tópicos contra la filosofía, a saber:
- La filosofía es como una paranoia
- La filosofía no sirve para nada
- Para qué pensar tanto si al final todos morimos
- La ciencia lo acabará explicando todo
- El corazón tiene razones que la razón ignora
- Lo importante es llevarse bien con los demás
- Dios y la religión son la respuesta a las preguntas de la filosofía
Seguró relata la anécdota de una cena entre comensales que hacía entre 15 y 20 años que no se veían. Una de ellas le espetó: ¡Miquel, así que tú te dedicas a la filosofía!, y con esta constatación se abrió la caja de Pandora, una sobremesa en la que personas con distintas sensibilidades y trayectorias se preguntaban qué sentido tenía hablar de filosofía en el siglo XXI.
Seguró vio que “esta disciplina no dejaba indiferente”, y dedicó poner por escrito aquellas intuiciones. Él ya se interesó por la filosofía a los 19 años, y cuenta como en una noche -Navidad, para ser concretos- “empecé a tener una extraña sensación de irrealidad”. Sintió el mundo como “extraño”, y se hacía preguntas cómo ¿quién soy yo? ¿qué es la realidad? ¿existe Dios?.
Las preguntas no se iban con el paso de los días, y hasta llegó a pensar que le pasaba algo “enfermizo”. Esas preguntas subsisten, y Miquel Seguró se ha dedicado a profundizar en ellas y a invitar a otros a hacer un viaje con pensadores para intentar aclarar conceptos a priori alejados, o como se dice vulgarmente, “filosóficos”.
Este filósofo considera que quién se dedique a la filosofía debe escuchar con atención todo lo que se dice desde otros campos de reflexión, sobre todo si ello procede de los profesionales de la salud mental.
La cuestión de fondo, es, pues, qué es la filosofía. Y a priori no hay una respuesta clara: hay filosofías de muchos tipos, ateas, cristianas, materialistas, psicologistas, cínicas, posmodernas, prácticas…
El filósofo esloveno Slavoj Žižek en el epílogo escribe que la filosofía, y también el cine, son “expresiones de la tensión existencial, social y política”. Ahondan, o deberían hacerlo, en este espacio “ambiguo” donde “lo virtual y lo real se entrecruzan”.
Miquel Seguró se atreve con temas como la experiencia de la libertad, la pregunta por la naturaleza del amor y se adentra en lo humano y lo divino intentado facilitar a quién se acerque su propia experiencia filosófica, es decir, su propia experiencia de vida.