Refugiadas de Chicago tienen la oportunidad de formar una comunidad de apoyo, aprender unas de otras y de artistas locales, obtener un ingreso y capacitarse en la etapa del reajuste en un nuevo país
Si usted, en un vídeo, contemplara a mujeres de Nepal, Bután, Afganistán, Sudán, Uganda, Siria e Irak juntas, tejiendo y produciendo vestidos artesanales, ¿pensaría que lo hacen en Chicago?
Lo están. Se trata de “Loom”, una de las tantas iniciativas católicas (se trata de una rama del Programa de Reasentamiento de Refugiados de Cáritas o Catholic Charities) que a lo largo y ancho de Estados Unidos –contrariamente a las tesis en boga en el ámbito del gobierno federal—no solamente acogen a personas refugiadas de países en guerra, las acompañan.
Loom es un grupo de Mujeres Refugiadas Artesanas que crean arte funcional, objetos únicos, ropa y accesorios, entre otras cosas. Su presencia pública es la siguiente: “Productos únicos hechos por artesanas refugiadas que viven en Chicago”.
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.