Francisco habla de esas personas supuestamente astutas que a pesar de sus comportamientos parecen salir siempre airosas de cada situación El papa Francisco habló del bautismo como fuente de vida nueva durante la tradicional audiencia general de este miércoles 2 de mayo de 2018 en la Plaza de San Pedro. “No se puede seguir a Cristo con condiciones, sino que hay que despojarse de todo lo malo para empezar la vida nueva en Cristo”.
Mientras Dios une, el diablo divide para afectar a las personas, las comunidades y los pueblos, insistió. “En la medida en que digo ‘no’ a las sugerencias del diablo, el que divide, puedo decir ‘sí’ a Dios que me llama a conformarme a Él en pensamientos y en obras”.
Mirando hacia al público presente, el pontífice latinoamericano reflexionó sobre esas personas que a pesar de sus malos comportamientos parecerían salirse siempre con la suya.
“No se sabe bien el perfil que tienen, y siempre logran que les vaya bien”. Hasta el punto de que la gente dice: ‘¡Aquel está bien con Dios y está bien con el diablo!’ ¿Es verdad que decimos esto?”, cuestionó. “¡Y no, esto no puede ser, o estás bien con Dios, o estás bien con el diablo!”, añadió enfático.
“Por eso, la renuncia y el acto de fe van de la mano… Es necesario quemar los puentes, darles la espalda, para tomar el nuevo camino que es Cristo”, sostuvo.
La renuncia al pecado
‘Yo renuncio’ y ‘yo creo’, son las expresiones bases del bautismo, dijo el Papa en el contexto de su catequesis sobre los ritos del sacramento que se realizan junto a la fuente bautismal, que son: la bendición del agua y la renuncia al pecado y la profesión de fe.
De ahí, “la respuesta a las preguntas -“¿Renuncias a Satanás, a todas sus obras y a todas sus seducciones?”- se realiza en primera persona del singular: ‘Renuncio’. Y de la misma manera se profesa la fe de la Iglesia, diciendo: ‘Yo creo’.”
“Esto indica -continuó- que es una elección personal y responsable, que debe ser traducida en gestos concretos de confianza en Dios”.
Acto que “no se reduce solo al momento del bautismo, sino que deberá acompañar todo el crecimiento y maduración de la vida cristiana”, expresó.
La bendición del agua
Antes, indicó que “el agua es un elemento que se caracteriza por su capacidad de vivificar y de purificar”.
Ya en la audiencia anterior había sugerido a los fieles católicos que tengan en la entrada de sus casas el agua bendita para bendecirse al entrar y salir del propio hogar y recordar el compromiso de abandonar el pecado y el mal a través del bautismo.
“El agua -prosiguió- este simbolismo natural aparece en varios pasajes de la Palabra de Dios… a la vez que se invoca sobre ella la fuerza del Espíritu Santo, para que todos los que reciban el bautismo sean sepultados con Cristo en su muerte y con él renazcan a una vida inmortal”.
La profesión de fe
“Una vez que ha sido bendecida el agua, es necesario disponer el corazón para acceder al bautismo, por eso se realiza la renuncia a Satanás y la profesión de fe. Estos son dos hechos que están estrechamente unidos”, explicó.
Por último, saludó a los fieles y peregrinos y los invitó a que hagan memoria “agradecida de su bautismo, y a que renueven con alegría y convencimiento el compromiso que sellaron aquel día, de modo que vivan siempre inmersos en el amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
Mes mariano, oración por Siria
Asimismo, el papa Francisco ha bendecido esta mañana en el Vaticano un autobús con el que los jóvenes de Polonia y de la Caritas local promueven una campaña de ayuda a las víctimas, especialmente niños, de la persecución en Siria.
Además, la iniciativa intenta promover el voluntariado juvenil. “El signo espiritual del proyecto…será la peregrinación de la imagen de Nuestra Señora de Alepo”, recordó el Pontífice que ayer abrió el mes mariano desde el santuario del Divino Amor, en Roma. Allí recitó la oración del Rosario para pedir por la paz de Siria y Oriente Medio.