¿Y si pudieras fulminar los piojos en unos segundos?
Sólo nombrarlos hace que nos pique la cabeza. Es escuchar que ‘Hay piojos en el cole’ y… ¿ya te estás rascando? Picor.. y dolor de estómago: de pensar en las cabecitas de nuestros chiquitines atestadas de esos inoportunos y minúsculos visitantes y de pensar en el suplicio de tiempo y esfuerzo que requerirá acabar con ellos.
Pues bien, un grupo interdisciplinar de ingenieros de la Universidad de Querétaro en México quiere poner punto y final de una vez por todas a las crisis de piojos en los coles y en casa, dejando atrás los peines dolorosos y los champús con fórmulas químicas mata bichos.
Para ello han ideado un casco con forma de tiburón, colmillos y luces de colores, que se conecta a una app y mediante el sistema de criogenización -congelación- fulmina a los parásitos y sus huevos en un abrir y cerrar de ojos.
Así lo asegura el equipo de investigadores y estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro que ha desarrollado el proyecto en colaboración con pediatras y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México, Conacyt, que ha dado a conocer el diseño.
Apoye Aleteia
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.