Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 29 marzo |
San Eustasio, obispo - Viernes Santo
Aleteia logo
Estilo de vida
separateurCreated with Sketch.

¡Cocinar para otros es bueno!

cuisine cuisiner père enfants famille

© Shutterstock

Marzena Wilkanowicz-Devoud - publicado el 16/04/18

Cocinar para la familia, preparar deliciosas comidas a los amigos, podría considerarse como un acto banal. Sin embargo, es mucho más que un gesto altruista. Aquí las razones.

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

Cocinar tiene efectos positivos para nuestro equilibrio. Preparar un pastel, mezclar la masa, amasar, medir, hornear… son gestos que requieren atención y concentración. Nos tranquilizan. Y la razón es muy simple: la mayor parte del tiempo, cocinamos para otros. Y este matiz nos hace mucho bien.

Según Tessa Capponi-Borawska, profesora de historia de la cocina italiana, periodista y autora de libros culinarios, cocinar para otros tiene sin duda una función terapéutica: “Cuando cocinas para ti mismo, es un placer. Pero cuando cocinamos para otros, es una alegría profunda porque da sentido a nuestro gesto”, explica a Aleteia.

Esto se debe al menos a cuatro razones.

TRASH FOOD
Bojan Milinkov - Shutterstock

1. Expresar los sentimientos

La comida aporta consuelo. Compruébalo tú mismo. Cuando las personas pasan por momentos difíciles, ¿qué hacen sus seres queridos? Les preparan una buena comida para demostrar que se preocupan por ellos.

Este gesto demuestra que cocinar puede ser una ayuda real para quienes tienen dificultades para expresar sus sentimientos con palabras. O para quien prefiera expresarse de manera diferente.

Cocinar para otros aumenta la confianza y la autoestima.

“Es una actividad creativa; la más efímera de todas las artes, pero la más tangible al mismo tiempo. Libera unas posibilidades creativas extraordinarias con, además, destinatarios. ¡Y el arte necesita destinatarios!”, afirma Tessa Capponi-Borawska.

FAMILY
Alena Ozerova - Shutterstock

2. Cuidar del otro

La cocina implica la pertenencia a una comunidad. Aporta proximidad y a menudo es gesto de generosidad: “Estoy encantada de que haya tantos cocineros estrella que abran ahora en grandes ciudades restaurantes para personas necesitadas. Es todo un gesto sincero: el de alimentar a alguien”, prosigue Tessa.

Cocinar para otra persona significa cuidarla, contribuir a conservar su vida. En otras palabras, se trata de cuidar el uno del otro.

Nuestro sentimiento de realización, por lo tanto, viene no solo de haber ofrecido algo, sino también de haber ayudado de una manera verdaderamente elemental.

COUPLE
G Stockstudio - Shutterstock

3. Crear vínculos

Cocinar es una actividad muy personal. Al preparar una comida para una persona en particular, le mostramos que puede contar con nosotros. Es un acto de amor y apoyo, un valor que enriquece el vínculo en una relación.

“Además, que un restaurante sea bueno no es solo una cuestión de estrellas y experiencias sensoriales. Por encima de todo, tenemos que alimentar a una gran familia: nuestros clientes”, nos dice Tessa.

web-colombia-food-cooking-thomas-cristofoletti-usaid-cc.jpg

4. Cuidar del alma

Cocinar para los demás tiene una dimensión espiritual. La comida es un regalo de Dios. No hay que perder de vista este hecho. Preparar un plato para la familia es un momento de gratitud.

“Una vez vi a un chef en un restaurante de Italia hacer una señal de la cruz sobre cada plato justo antes de servirlo. Agradecía el regalo de Dios antes de añadir su propia creatividad culinaria. Cocinar es un regalo para aquellos para los que cocinamos. También es un tiempo que pasamos con Dios. Cuando corto mis tomates, estoy segura de que Dios está conmigo. Me da fuerzas para cocinar lo mejor que pueda. Me ayuda a no tener miedo de fracasar con mi plato. Él está presente en todo momento, hasta cuando veo la alegría de mi familia saboreando lo que he preparado”.

Si Dios está presente en los detalles más pequeños de nuestra vida, sin duda está también en la cocina, en uno de los actos más elementales de nuestra vida.

Ya lo decía santa Teresa de Ávila: “Entre los pucheros y las ollas también anda Dios”.

Tags:
cocinafamilia
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.