Fue condecorado por su tenacidad para dar con el autor de la muerte de un taxista que fue atropellado sin ser auxiliado
“A mis 16 años, en la esquina de mi colegio, en Potosí, vi a un no vidente, lo tomé del brazo y lo ayudé a cruzar la calle. Él me agradeció y me bendijo. Me sentí bien y ese fue el momento en que decidí que lo que quería hacer en mi vida era ayudar a los demás”.
Con estas palabras el boliviano Luis Maiza Campos relata a El Deber cómo surgió su vocación de servicio como miembro de la Policía de su país.
En los últimos días su historia se ha transformado en tema de conversación luego de que trascendiera que durante dos semanas estuvo tras las pistas –recorriendo diversos lugares en la madrugada y vestido de manera informal- en busca del chofer de una camioneta que se dio a la fuga luego de arrollar y dar muerte a un taxista.
Precisamente, lo acontecido con este policía y la víctima –el taxista- se convirtió en una auténtica lección de honestidad y ha generado conmoción en Bolivia. En ese sentido, el conductor del vehículo de transporte público de nombre Efraín Aliaga murió mientras se dirigía a devolver una bolsa con dinero que una pasajera había dejado olvidada en el auto, reproduce El Deber.
En ese punto coincide con el policía héroe boliviano, que desde hace años se viene destacando por su voluntad de ayuda y su deseo de hacer el bien. A lo largo de su corta carrera –hasta ahora 6 años- ha tenido que resolver un sinfín de casos vinculados a pandilleros, microtraficantes y hasta colegas extorsionadores.
“Siempre quise ser policía por vocación de servicio. La forma en que me dediqué a ayudar a esta familia es mi manera de vivir mi profesión”, expresa Maiza a El Deber.
En la búsqueda del autor del atropello también ayudaron al policía los hijos del taxista.
“Yo lo acompañé cuatro veces, hasta que una madrugada dimos con un puesto de venta de frutas en la calle Charcas; pedimos al dueño de una casa que nos facilitara las imágenes de la cámara de seguridad y vimos que ahí llegaba la camioneta que buscábamos y que el puesto era de su madre”, contó una de las hijas luego de confirmar que el autor fue encontrado en un puesto de frutas y tras un exhaustivo trabajo de investigación de Maiza.
Finamente, el policía, una persona comprometida con su labor de servicio hasta el extremo, fue condecorado por su accionar y tenacidad para dar con el responsable de un caso que al mismo tiempo terminó haciendo reflexionar sobre la honestidad y valentía.
Con información en base a El Deber