El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, visitó estos días la Villa La CárcovaMientras el mundo del fútbol argentino se ve sacudido por gravísimas denuncias que darían cuenta de una red de prostitución y pedofilia en las divisiones inferiores, pequeños gestos dan cuenta de que no todo lo que rodea el fútbol es turbio.
El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, visitó estos días la Villa La Cárcova, donde el padre José María “Pepe” di Paola, de quien alguna vez el cardenal Jorge Bergoglio dijo que le “hace bien al alma, lleva adelante una inmensa obra para dar esperanza a cientos de familias y chicos que viven en la miseria”.
Gallardo dio una charla sobre valores en el deporte ante jóvenes del Centro Deportivo San Juan Bosco, recientes campeones de la Liga del Potrero en la división juveniles. El “muñeco”, quien fue un destacadísimo futbolista, habló de sus propios orígenes, de los sacrificios para llegar hasta donde está, de los valores y de cómo el deporte lo ayudó a crecer como persona.
La Liga del Potrero es una competencia de fútbol inclusiva organizada por la Fundación Boca Social que, en su edición 2017, involucró a 30 equipos de villas y barrios de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires alcanzando a casi 1000 jóvenes de entre 13 y 17 años, divididos en dos categorías. La final fue disputada nada menos que en la Bombonera, el estadio de Boca Juniors.
Con pequeños y en ocasiones grandes apoyos de sus jugadores y de sus fundaciones, River y Boca apoyan los esfuerzos de quienes se esfuerzan en las villas y los barrios más castigados por la miseria para proponer desde el deporte una alternativa a un mundo que podría llevar a chicos a la ruina con la droga y la delincuencia.
En el caso del Centro Deportivo San Juan Bosco, en La Cárcova, pertenece a la parroquia San Juan Bosco fundada en 2013 para acompañar a un población que históricamente, por la cercanía con un inmenso basural, se dedicaba al cirujano. El deporte es uno de los pilares de esta misión que se lleva adelante allí y alcanza a más de 40 mil personas, en su mayoría niños y adolescentes. Además del deporte y las artes, como suele aclarar el padre Pepe, los pilares son la espiritualidad, la formación en valores y la educación.
En las dos ediciones de la Liga del Potrero, en categorías juveniles, la final la disputaron el equipo de La Cárcova con el Club Atlético Virgen del Carmen, de Ciudad Oculta, el primer campeón, que tuvo el privilegio de visitar al presidente Mauricio Macri, y de viajar con una delegación a Roma a tener un encuentro con el Papa Francisco. En ese emotivo encuentro, los jóvenes visitaron al Papa en su casa de Santa Marta y dialogaron con él como si estuviesen en el salón de su capilla en la villa. Allí el Papa los alentó a mejorar día a día, “cada día un pedacito”. y a “no quedarse caídos” si se caen. “No se puede mejorar solo, siempre hace falta uno, dos o tres al lado que quieran mejorar, y se dan la mano mutuamente cuando se necesitan”, les dijo el Papa.
Uno de los pilares de la esperanza de miles de jóvenes en las villas argentinas es el deporte, y entre ellos, el fútbol, pasión de multitudes. Que los grandes del fútbol argentino se comprometan a apoyar lo que desde las parroquias y capillas en las villas es una apuesta a la vida ilusiona y compromete a los chicos más vulnerables; es ayudarlos a mejorar, como les dijo el Papa, de la mano de otro.