Mientras algunos analistas hablan de éxito macroeconómico, algunas familias se preguntan: “¿Qué comeremos hoy?”
No es extraño ver titulares en diarios, revistas y televisión que destacan las positivas cifras económicas de Chile; uno de estos fue el informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) donde el 2017, el ingreso per cápita alcanzó los US$25.702 anual, liderando la región del Cono Sur.
Pero estas buenas noticias no llegan a los cerca de 18 millones de chilenos; hay un poco más de dos millones de personas (11,7% de la población) que se encuentran bajo la línea de la pobreza y que viven con menos de US$300 al mes; esto según la última encuesta de Caracterización Socioeconómica, CASEN 2015; aplicada por el Ministerio de Desarrollo Social y en la cual se basan todas las políticas públicas del gobierno.
Sandra, madre soltera y 2 hijos en el colegio, vive en un campamento -casas construidas con material liviano, sin alcantarillado, agua potable y “colgados” (conexión ilegal al tendido eléctrico) al poste de luz- en los alrededores de Santiago y donde ya se encuentran 20 familias.
En este campamento no se conocen los buenos resultados económicos de país, aquí se habla de “qué se comerá hoy” y de encontrar trabajo o un trabajo extra. Sandra, por ejemplo, le pregunta a su vecina si puede ver a sus hijos mientras ella va a hacer un “pololito” (trabajo esporádico) que le permitirá comprar un poco de comida, la cual será compartida con alguna familia que no tiene.
La ONG Techo-Chile, en una publicación del diario La Tercera, consignó que según su catastro del año 2017 existen 702 asentamientos irregulares a lo largo de Chile, donde viven 40.541 familias.
“Chile sin Campamentos”
El domingo 11 de marzo asumió el gobierno de Chile el Presidente Sebastián Piñera, quien tiene la idea de implementar el programa “Chile sin Campamentos”, que tiene el objetivo de reducir la entrada de nuevas familias a esta situación precaria, donde las oportunidades escasean y salir de la pobreza se hace cuesta arriba.
El Ministerio de Desarrollo Social será el encargado de ejecutar este programa, esencial para poder disminuir la desigualdad, tanto en lo económico como en el acceso a educación para romper con el círculo de la pobreza.
El santo chileno, san Alberto Hurtado, SJ. dijo: “Tanto dolor que remediar: Cristo vaga por nuestras calles en la persona de tantos pobres dolientes, enfermos, desalojados de su mísero conventillo. Cristo, acurrucado bajo los puentes en la persona de tantos niños que no tienen a quién llamar padre, que carecen hace muchos años del beso de una madre sobre su frente. Bajo los mesones de las pérgolas en que venden flores, en medio de las hojas secas que caen de los árboles, allí tienen que acurrucarse tantos pobres en los cuales vive Jesús. ¡Cristo no tiene hogar!”.
74 años después de este mensaje de San Alberto Hurtado, la situación de los sin techo o en campamentos continúa siendo una tarea pendiente en un Chile que se enorgullece de ser miembro de la OCDE.