Entrevista a dos jóvenes representantes de América Latina en el pre-sínodo sobre la fe y el discenimiento vocacional: Noemí Sanches del Mov. Focolares y María de la Macarena Segui de Scholas
El papa Francisco ha abierto este lunes 19 de marzo de 2018 el pre – sínodo en el que participan por primera vez 300 jóvenes de todo el mundo reunidos durante una semana (19-24 de marzo) en el Pontificio Colegio Internacional María Mater Ecclesia. Hoy, el Papa les ha acogido y respondió a sus preguntas. Aleteia estuvo allí y encontró a dos jóvenes representantes del ‘Continente de la Esperanza’, ambas mujeres, empeñadas en el ‘apostolado de la escucha’ y la ‘cultura del encuentro’.
Noemí Sanches, 28 años, nacida en Brasil, Mato Groso do Sul. Padre brasileño y madre paraguaya. Ha crecido en la frontera con Paraguay, por lo tanto siente que siempre ha vivido en una cultura híbrida. Se ha graduado en Ontología Trinitaria en el Instituto Universitario de Sophia (Loppiano). Actualmente está haciendo el doctorado en Filosofía en la Universidad de los Estudios de Perugia, Italia.

P – ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención del discurso de apertura del pre-Sínodo del Papa Francisco?
R- Me conmovió mucho cómo él nos habló realmente, cara a cara. Como un amigo cercano, diciéndonos: ‘Mira, digan todo lo que tengan que decir de su experiencia, pero también con humildad. Además, con esa picardía latinoamericana de ser ‘cara dura’. Escuchando y dejándose corregir. Porque eso es lo que venimos a hacer acá en el Pre-Sínodo para jóvenes. La palabra sínodo es un camino y camino lo hacemos juntos; nos equivocamos juntos, lo corregimos juntos.
El Papa nos dijo: ‘Ustedes como jóvenes tienen tanto que dar, pero también tienen que escuchar. Nosotros les escuchamos, ustedes nos escuchan. Pero hablen, digan. Vivan este amor que es cercanía. Nosotros los acogemos, queremos ser cercanos a ustedes’. Y obviamente, es una invitación a que nosotros (los jóvenes) también seamos cercanos’. Él habló como Iglesia. […]Nosotros también, los jóvenes, tenemos que dar un paso hacia esa cercanía de la Iglesia. Ser recíprocos”.
P- Francisco también ha pedido que hagan críticas. ¿Qué crítica trae usted para la Iglesia?
R- Quizá el dogmatismo […]y volver a su esencia original. O sea, todos los dogmas tienen una profundidad increíble, entonces ver en profundidad de dónde partió y juntos reactualizar eso y vivir con autenticidad. No con meras palabras, meras frases sino realmente entender el sentido profundo de la vida y de la experiencia de Dios que está debajo de todo. Yo creo que esa es la crítica más fuerte que los jóvenes tienen hoy en día hacia la Iglesia, la Iglesia jerárquica sobre todo, pero además de eso, quieren esa cercanía – decía él – de la Iglesia[…]. Es una cosa profunda, yo creo también ontológica del ser, en el sentido que somos más jóvenes y ellos son más grandes. (Los mayores ) tienen algo que decir porque también fueron jóvenes. Entonces encontrar ese diálogo, ese instrumento que pueda acercarnos y complementarnos.