El abrazo es definitivamente una terapia, una forma poderosa de cura. Diversas investigaciones han probado que abrazar reduce la cantidad de cortisol (hormona del estrés) en nuestro cuerpo, liberando tensión y enviado mensajes tranquilizadores al cerebro.
Por eso, si te estás sintiendo un poco agotado o presionado, encuentra a alguien que te preocupa y dale un abrazo muy fuerte.
Estos estudios muestran que un abrazo profundo, donde los corazones se presionan uno contra el otro, puede traer 10 beneficios directos:
1 – El abrazo acerca
El toque nutritivo de un abrazo crea confianza y una sensación de seguridad. Eso ayuda a una comunicación abierta y honesta.
2 – El abrazo calma
Los abrazos pueden aumentar instantaneamente los niveles de oxitocina, que curan el sentimiento de soledad, aislamiento y rabia.
3 – El abrazo alegra
Abrazar durante un tiempo prolongado eleva los niveles de serotonina, elevando el humor y creando felicidad.
4 – El abrazo cura
Los abrazos fortalecen el sistema inmunológico. La presión suave sobre el esternón y la carga emocional que eso crea estimulan la glándula timo, que regula y equilibra la producción de glóbulos blancos del cuerpo, lo que te mantiene saludable y libre de enfermedades.
5 – El abrazo es multiplicación
El intercambio de energía a través del abrazo es una inversión en la relación. Incentiva la empatía y la comprensión. Y es sinérgico, lo que significa que el todo es más que la suma de sus partes: 1+1 = 3 o más.
6 – El abrazo relaja
El abrazo relaja los músculos. Los abrazos liberan tensión del cuerpo. Los abrazos pueden incluso quitar el dolor, ya que aumentan la circulación de los tejidos blandos.
7 – El abrazo equilibra
Los abrazos equilibran el sistema nervioso. La respuesta galvánica de la piel de alguien que recibe y da un abrazo muestra un cambio en la conductancia de la piel. El efecto en la humedad y electricidad de la piel sugiere un estado más equilibrado en el sistema nervioso parasimpático.
8 – El abrazo es división
Los abrazos nos enseñan a dar y recibir. Existe un valor igual en recibir y ser receptivo al calor, cuanto en dar y compartir. Los abrazos nos enseñan cómo el amor fluye en ambos sentidos.
9 – El abrazo es conexión
Los abrazos son mucho más parecidos a la meditación y la sonrisa. Éstos nos enseñan a dejar ir y a estar presentes en el momento. Los abrazos te liberan de tus patrones de pensamiento circulares y te conectan con tu corazón, tus sentimientos y tu respiración.
10 – El abrazo es amor
El abrazo aumenta la autoestima. Desde el momento en que nacemos, el toque de nuestra familia nos muestra que somos amados y especiales. Las asociaciones de autoestima y sensaciones táctiles de nuestros primeros años aún están insertadas en el sistema nervioso de adultos.
Los abrazos que recibimos de nuestra madre y padre mientras crecemos siguen impresos a nivel celular, y los abrazos nos recuerdan eso a nivel somático. Los abrazos, por lo tanto, nos conectan a nuestra capacidad de amor propio.
Según Virgina Satir, una terapeuta familiar mundialmente respetada, “necesitamos de 4 abrazos al día para la supervivencia, 8 abrazos por día para la manutención y 12 abrazos al día para el crecimiento”.
Y si piensas que 8 abrazos al día es un número muy alto, pregunta a tus hijos cuántos abrazos les gustaría tener diariamente. Probablemente te darán una meta mucho más audaz (y agradable) de alcanzar.
Por Papo de pai