1. El ultra violeta
Quizá es la más obvia porque viene determinada por el color del año fijado por Pantone. No tiene nada que ver con el vestido de novia, pero sí con las flores del bouquet, la decoración, los merengues de los postres y hasta la corbata del novio.
Además, para nosotros los católicos, es un color litúrgico, así que también podría tener una connotación adicional si así se quiere o según la fecha.
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2. Capas
En cuanto a los vestidos de novia, tal y como vimos en las alfombras rojas de las distintas premiaciones del cine y la televisión, las capas están de moda (sí, incluso para los trajes nupciales, aunque casi siempre implique no llevar velo entonces). Pueden ser de una tela distinta a la del vestido o la misma.
¿Mi recomendación? Que sea removible, de modo que la puedas usar en la ceremonia eclesiástica, pero luego quitártela en la fiesta para moverte con mayor facilidad. Los grandes lazos también son tendencia.
3. Decoración personalizada
La mejor decoración será la que más refleje los gustos de los novios, sobre todo añadiendo pequeños detalles que sean “únicos” de ellos. Por ejemplo, si se trata de una pareja de científicos, los floreros pueden ser envases de vidrio de laboratorios y los tragos se pueden repartir en tubos de ensayo.
Igualmente, se pueden utilizar grandes letras con las iniciales de ambos (incluso para el pastel), pizarras con sus frases o letras de canciones favoritas y más.
4. Lugares no tradicionales
Ya la recepción no tiene que ser en un salón de un hotel o la típica casa de festejos, pues la idea es hacer algo realmente único y que los identifique como pareja.
¿Son unos lectores empedernidos? Puede ser en una biblioteca pública. ¿Aman la música? Escojan una sala de conciertos o alquilen un lugar que tenga tarima. ¿Les encanta el campo? Pueden celebrar su unión en medio de la naturaleza. ¿Les gusta la época medieval? Busquen un antiguo castillo.
5. Invitaciones
Ni las muy tradicionales ni mandarlas por e-mail. En esta onda de la personalización, se trata de hacerlas lo más originales posibles. Como sigue la tendencia de lo natural, muchos han optado por hacerlas talladas en madera, pintadas a mano o hasta hacer origamis con papel reciclado.
Pon a volar tu imaginación de forma que, cuando alguien reciba la tarjeta, ya sepan que se trata de ustedes sin necesidad de leer los nombres.
6. Food trucks y otras experiencias gastronómicas
Eso del buffet de comida quedó en el pasado. Ahora se trata de ofrecer pequeñas opciones variadas y de manera divertida.
Un bar de sushi donde un chef realice algunas preparaciones en vivo, una estación de cervezas artesanales, carritos de comida informales o un bartender que prepare tragos originales al momento (incluso puedes pedirle que cree uno inspirado en ustedes como pareja y le ponga un nombre divertido).
7. Un toque de negro
Aunque algunos asocien este color con el luto, está de regreso en el mundo de las bodas como sinónimo de elegancia. Puede ser desde una cinta en el vestido de la novia (muy a lo Carolina Herrera) o cualquier acento en la decoración.
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8. Mesas de dulces extravagantes
Desde hace años los grandes pasteles no se estilan mucho y, de hecho, algunos sólo lo colocan para cumplir con el rito de cortarlo. En el 2018 esta tendencia persiste, de modo que opta por mini dulces variados que puedas colocar en una mesa decorada de una forma muy original y atractiva.
Es muchísimo más práctico, se desperdicia menos comida (siempre hay más de uno que acepta el trozo de pastel por compromiso y sólo le da dos mordiscos) y le da más libertad a tus invitados.
¿Igual quieres el gran pastel? Opta por sabores no tradicionales.
9. Brillo
Es un día especial así que es normal que se quiera exagerar a veces un poco. Pero para lograr brillo no necesariamente requieres lentejuelas, puede ser también mediante el uso de transparencias (como sillas en acrílico), espejos, velas, entre otros. En cuanto a los tonos metalizados, dile adiós al oro rosado para darle la bienvenida al cobre.
10. Experiencias para tus invitados
En general, la gran tendencia para este año apunta a que las bodas no sólo sean a la justa medida de los novios (aunque sí se esté pensando más en ellos y lo que son como pareja), sino también se piense en el disfrute de los invitados, de modo que a todos les quede un gran recuerdo de ese día (porque cuando uno está feliz, quiere contagiárselo a todos los demás).
Puede ser desde contratar a un caricaturista hasta colocar una estación especial para fotos con accesorios y elementos divertidos (que vaya más allá del photo booth), pero siempre con la intención que todos pasen un excelente rato y en el futuro recuerden con una sonrisa, más que una fiesta de matrimonio, un día de la consolidación de amor de dos personas ante Dios y sus seres queridos.
Hoy celebramos a...