El contacto con ciertos productos de limpieza puede hacer tanto daño en los pulmones de las mujeres como fumar un paquete de tabaco al día. El estudio que llegó a esta conclusión no encontró, sin embargo, el mismo efecto en los hombres.
Para las mujeres, limpiar “puede representar un riesgo para la salud respiratoria”, concluyó un grupo de investigadores en un estudio publicado en el diario de la Sociedad Respiratoria Estadounidense, después de evaluar los pulmones de más de 6.200 personas en dos ocasiones en un lapso de 20 años.
A los participantes, se les preguntó si limpiaban su casa o si trabajaban en el área de limpieza y si usaban productos líquidos y sprays y con qué frecuencia.
La investigación, de la Universidad de Bergen, en Noruega, permitió descubrir que las mujeres que hacen la limpieza, ya sea una vez a la semana en su propia casa o a nivel profesional, mostraban un declive “acelerado” en la capacidad pulmonar, comparable al consumo de 20 cigarros en 10 o 20 años. Sin embargo, en los pulmones de los participantes de sexo masculino no encontraron ningún efecto por el uso de productos de limpieza.
Los autores sugieren que la reducción de la capacidad pulmonar ocurre porque los químicos usados en la limpieza, como lejía o amoníaco, irritan las membranas mucosas que “recubren” las vías aéreas, lo que, con el tiempo, resulta en alteraciones permanentes.
Puesto que los hombres no parecieron ser afectados, los investigadores creen que la explicación reside en el hecho de que sus pulmones son menos susceptibles a ese impacto, puesto que estudios anteriores mostraron que los pulmones de los hombres son más resistentes a los daños provocados por varios agentes irritantes, incluyendo el humo de tabaco y el polvo de madera.
Otra conclusión inesperada de este nuevo estudio fue la ausencia de diferencia significativa entre el uso de líquidos y de pulverizadores, siendo que los investigadores contaban que éstos últimos tuvieran un mayor impacto en la salud pulmonar.
“Mientras que los efectos a corto plazo de los químicos de limpieza en el asma están cada vez más documentados, nos falta conocimientos sobre el impacto a largo plazo”, afirma Cecile Svanes, de la Universidad de Bergen.
“Nos dimos cuenta que esos químicos, al dañar un poco las vías respiratorias, día tras día, año tras año, pudieran acelerar la tasa de declive de la función pulmonar que ocurre con la edad”.
Los participantes de este estudio, que tuvieron como base la encuesta de salud respiratoria de la comunidad europea, tenían una media de 34 años cuando empezaron su participación en la investigación, que terminó más de 20 años después.
Entre los encuestados, más de 1500 hombres respondieron que nunca limpiaban la casa, una respuesta común a 197 mujeres. De los que limpiaban, 1363 eran hombres, contra 2808 mujeres. A nivel profesional, se encontraron 57 hombres y 293 mujeres.
“Cuando se piensa en la inhalación de pequeñas partículas de agentes de limpieza destinados a limpiar el suelo y no los pulmones, tal vez no sea sorprendente” el impacto de esos productos, concluyó Oisten Svanes, coautor del estudio.
Por Sapo
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