El Pontífice escribe una carta a la Consulta Nacional contra la Usura “Los exhorto a mantener elevado el nivel de atención hacia las víctimas de la usura”. “Continúen su servicio con perseverancia y coraje”. “Contagien a todos la esperanza”. Lo escribe el Santo Padre en su carta del 12 de febrero dirigida a Monseñor Alberto D’Urso, Presidente de la Consulta Nacional contra la Usura
“Reverendo y querido Monseñor, estoy sumamente agradecido a usted y a los colaboradores de la Consulta Nacional contra la Usura por su generoso gesto de caridad que he entregado inmediatamente a los hermanos marcados por la privación de la dignidad humana: en efecto, ellos son el banco más seguro del Reino de los Cielos”.
Lo escribe el Papa Francisco en su carta dirigida al Presidente de esta Consulta Nacional – tras la audiencia del pasado 3 de febrero durante la cual el organismo le entregó una donación – en que recuerda, además, que “estamos atravesando tiempos muy difíciles en lo que la corrupción se insinúa por doquier”.
Por esta razón el Pontífice exhorta a esta organización a que mantenga elevado el nivel de atención con respecto a las víctimas de esta violencia solapada, a fin de que cada persona se sienta escuchada y guiada para salir de la espiral de exclusión y de iniquidad. Y pide a sus miembros que hagan llegar a cada uno el consuelo eficaz del amor salvífico de Dios sin mirar los defectos, las caídas y las recaídas.
El Obispo de Roma los anima a que continúen su servicio con perseverancia y coraje, por tratarse de “una levadura preciosa para toda la sociedad”. Algo que – escribe Francisco – “saben bien las víctimas de la usura y del juego de azar puesto que mediante su ayuda pueden emprender un camino nuevo. De ahí que les pida que “contagien a todos la esperanza para que sean cada vez más numerosos los que salgan del ‘túnel de la usura y del azar’”.
El Santo Padre se despide impartiendo su bendición apostólica al Presidente y a todos sus colaboradores por su obra meritoria de salvación, a la vez que les pide que sigan rezando por él.