Lo acontecido a finales de enero en la localidad de San Lorenzo, ubicada al norte de Ecuador, ha generado fuerte rechazo y estupor no solo a nivel local, sino también internacional. Aquel día un atentado con coche bomba, cuya autoría fue atribuida al disidente de las FARC conocido como alias “Guacho”, en una comisaría de la zona dejó 28 personas heridas, además de medio centenar de viviendas afectadas.
“El Sistema de Naciones Unidas expresa su solidaridad con el Estado Ecuatoriano y la ciudadanía, especialmente con las personas que han sido heridas y que han sufrido afectación en sus viviendas”, expresó Naciones Unidas en aquel momento, despertando fuerte solidaridad internacional con lo sucedido en ese lugar de la provincia de Esmeraldas.
De fondo, resurgieron temas como la inseguridad fronteriza, la guerra al narcotráfico y el enfrentamiento entre el crimen organizado, además del tema de la guerrilla de Colombia, los disidentes y hasta aspectos vinculados al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En ese sentido, por ejemplo, también se ha dado en los últimos días un desplazamiento de indígenas en la zona debido al combate de grupos armados colombianos.
Por su parte, debido a todo esto, se han coordinado acciones de inteligencia en conjunto entre Ecuador y Colombia en pos de la cooperación en materia de Defensa.
Cáritas Ecuador se une a organizaciones para exigir fronteras más humanas
— CáritasLatinoamérica (@caritasalc) February 15, 2018
➡️➡️➡️ https://t.co/eJX0SaqK2Zpic.twitter.com/E85kAElfkT
En las últimas horas, lejos de apagarse los ecos del atentado y el resto de las dramáticas situaciones sociales, varias organizaciones sociales como Cáritas Ecuador, Servicio Jesuita a Refugiados Ecuador, Consultoría para el Desplazamiento y los Derechos Humanos, Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, entre otros, levantaron la voz y emitieron un fuerte comunicado.
“Hacemos un llamado al Estado ecuatoriano, para que ponga en marcha una estrategia emergente de respuesta a las brechas de desarrollo socio-económico en la zona de frontera. Esto implica realizar un diagnóstico de las necesidades urgentes de la población; identificar medidas de acción afirmativa para grupos de atención prioritaria; fortalecer la presencia de la institucionalidad civil del Estado”.
De esta manera, lo que se busca, a través de un fuerte pedido de “fronteras más humanas y solidarias”, es garantizar la seguridad de las personas que están migrando, así como también de los habitantes locales.
(Leer comunicado completo aquí)