Chicha, de 82 años, se iba de vacaciones y Melina, de 27, no estaba dispuesta a perderse ni un solo día las palabras de su abuela.
A los que hemos crecido con los abuelos, el gesto de Melina nos parecerá “lógico”. Nos gustaría seguir estando siempre con ellos…
Melina tiene 27 años y el cariño por su abuela ya no es hoy un asunto familiar sino que viaja por la redes sociales. La abuela Chicha iba a pasar unos días lejos, de vacaciones, y cuando lo comunicó a la joven, esta enseguida pensó que quería encontrar una fórmula para seguir en contacto con ella.
A Melina se le ocurrió que la conexión más fácil sería a través de Whatsapp y propuso a su abuela que le fuera grabando mensajes de audio. Así podría saber qué había hecho en el día, qué lugares había visitado, cuáles eran sus impresiones, cómo andaba de salud, si estaba fatigada…
El caso es que Melina ideó un manual de instrucciones para que la abuela Chicha aprendiera cómo se graba en Whatsapp. Unos folios a mano con dibujos y letra clara y redonda.
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.