La conciliación, clave también en la carrera científicaEste 11 de Febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer en la Ciencia y recordamos a la biofísica Cecilia Bouzat, quien fue distinguida mundialmente con uno de los reconocimientos más prestigiosos al recibir el Premio L’Oréal–UNESCO For Women in Science debido a su trayectoria y contribución a la ciencia.
En una charla de TED explica cómo sus investigaciones sobre los receptores nicotínicos y los procesos de comunicación neuronal, le permitieron responder preguntas que tienen importantes implicaciones para los tratamientos en desórdenes neuromusculares y neurológicos como la enfermedad de Alzheimer, la depresión y algunas conductas adictivas.
El mayor desafío para las mujeres de ciencia
Cecilia considera que la mujer tiene un rol fundamental en la ciencia y es cierto que esto implica hacer
un esfuerzo adicional ante el desafío de llevar adelante una carrera científica junto a la consolidación familiar y la crianza de los hijos, pero para ella esta doble tarea es posible:
“Es todo un desafío: insertarse en el sistema científico, pedir fondos para investigar, comenzar a formar el grupo y el laboratorio. Este es un desafío que para una mujer ocurre en la etapa de mayor exigencia con los hijos”.
Por eso, “creo que la mujer tiene una barrera importante porque biológicamente es la que tiene los hijos, siempre está pensando en ellos y es la prioridad; pero cuando a una realmente le gusta una carrera y le apasiona lo puede hacer y por supuesto que siempre consigue la ayuda porque los demás ven las ganas y la pasión que tiene y termina siendo apoyada”.
La familia es un equipo de trabajo
Durante la entrega del premio, muy emocionada Cecilia agradeció a sus amigos y familia “por el tiempo y el apoyo tan importante para mi carrera. A mi esposo Damián por su comprensión incondicional para hacer lo que amo y tener esta maravillosa familia, y a mis hijos Camila y Mateo por todo su amor”.
Hoy con todo el prestigio ganado Cecilia confiesa: “Parte de mis logros en ciencia fue gracias al apoyo incondicional de mi familia. Detrás de este descubrimiento clave hay años de esfuerzo de parte de todos: mis hijos me apoyan y es toda la familia la que trabaja junta”.
Cecilia cuenta que uno de los momentos más lindos de su carrera fue cuando descubrió cómo el mal funcionamiento en el receptor llevaba a una enfermedad, y esto ocurrió mientras se encontraba realizando su postdoctorado en la clínica Mayo en los Estados Unidos junto a su hija y su esposo.
Cuando fui a hacer mi posdoctorado a Estados Unidos viajé con mi hija de dieciocho meses y con mi marido que pidió una licencia de un año en el trabajo para acompañarme. Fue un año de mucho trabajo, pero con una gran compañera – refiriéndose a su hija Camila- y mucha ayuda”.
“Mi marido me ha apoyado siempre, me ha estimulado a seguir trabajando y me ha hecho fácil mis viajes al exterior. Me voy siempre tranquila sabiendo que mis hijos están bien porque él los cuida y los atiende”.
Mamá y científica a la vez
“Cuando regresé a la Argentina, pasaba a buscar a los chicos por la escuela y después volvía al laboratorio.
Según Cecilia, “las mujeres nos acostumbramos a no dormir de noche y a trabajar de día, a pensar en un experimento y al mismo tiempo en algo muy simple pero muy importante para nosotras como es el turno del pediatra o la ropa de los chicos y hasta nos sobra tiempo para cuestionarnos si les estamos dedicando a nuestros hijos el tiempo que ellos se merecen”.
A pesar de todo afirma: “estoy convencida que cuando a una le apasiona lo que hace, todo es posible y así, juntos, con los hijos que crecen, el laboratorio también crece. Mis hijos siempre me han apoyado, siempre han sido lo mejor y me han hecho sentir bien en los momentos en que todo parece difícil”.
Este premio para Cecilia y su familia tiene un sentido especial ya que “es un reconocimiento al
esfuerzo adicional que hace la mujer para progresar en este demandante mundo científico mostrando que se puede ser excelentes científicos y excelentes madres al mismo tiempo”.
Cecilia puede concretar su sueño de ser una mujer científica y llevar adelante una familia, su trabajo y su investigación haciendo un verdadero aporte en el mundo.
Su mensaje es “creer en uno mismo, creer que todo es posible y creer en la ciencia para el beneficio de la humanidad”.