El balneario argentino de Mar del Plata y la disposición de sillas anfibias
Son días de verano sudamericano y Mar del Plata, el destino turístico más emblemático de la Argentina, ofrece por estos años algunos ejemplos de cómo el mar, con la ayuda de algunos, no excluye a nadie. Gracias a la utilización de sillas anfibias gratuitas, y a la colaboración de muchos la discapacidad no es un impedimento para disfrutar del mar.
Para quienes necesitan de silla de rueda para desplazarse, o para desplazar un familiar, pensar en ir a la playa de vacaciones suele es una opción complicada. No sólo por el desplazamiento en la arena, sino por la imposibilidad de aprovechar un chapuzón en el mar. Para ellos, las sillas anfibias son una solución.
Pero en muchos casos, las sillas, aún costosas, no alcanzan. Son varias las implementaciones que una playa debiera hacer para poder acoger a quienes se desplazan o son desplazados en silla, principalmente a través de rampas de acceso o senderos que permitan desplazar y acercar.
En Mar del Plata, en algunas playas públicas donde están dadas las condiciones, se ofrecen servicios de bañeros que no solo facilitan las sillas, sino que también acompañan a quienes se dan su primer chapuzón en años, o incluso en la vida.
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