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Más grande que el Cristo Redentor en Río de Janeiro y que el Cristo de la Concordia en Cochabamba. Con sus 45 metros de altura está ella, Inmaculada y pura, que cuida de sus fieles desde lo alto del cerro Santa Bárbara en la ciudad de Oruro en Bolivia: la «Virgen del Socavón».
La Virgen del Socavón representa a la Virgen de la Candelaria, una imagen muy venerada particularmente por los mineros bolivianos, que le agradecen y les piden que no les falten las riquezas minerales en los socavones de las minas.
En su fiesta, que se tiene el sábado de carnaval en el Santuario de Nuestra Señora del Socavón en Oruro, los fieles hacen un recorrido de más de cinco kilómetros bailando y cantando hasta llegar a ella pasando de rodillas delante de su imagen. Es tan fuerte y pintoresca su devoción que ha sido considerada por la UNESCO, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Y por ese fuerte cariño del pueblo a la Virgen, en el 2009 decidieron reflejar su profundo fervor católico construyendo esta imponente estatua, replicando lo más cerca posible a la imagen que veneran.
Trabajaron 110 hombres y mujeres, entre obreros, profesionales y artistas. Posee 9 pisos y se encuentra a 3.845 metros sobre el nivel del mar.
La estructura es completamente antisísmica. En la cúspide tiene un pararrayos e iluminación de seguridad, para ser divisada por los aviones y helicópteros.