El tiempo de Navidad, para muchos, termina con la fiesta de Epifanía o la llegada de los Reyes Magos. En Venezuela, los pesebres, adornos, arbolitos y guirnaldas se quedan hasta el Día de La Candelaria, hoy 2 de febrero.
El pueblo canta así: “Candelaria hermosa brillante lucero, fuiste aparecida el dos de febrero”. Esa fiesta mariana marca el fin del período de Navidad con la celebración de la presentación del Señor y la purificación ritual de la Virgen María. A mediados del Siglo V esta celebración era conocida como la “Fiesta de las luces”.
Alrededor de esta fiesta hay todo un sincretismo cultural. El ritual que escenifica la celebración del Día de la Candelaria es resultado del sincretismo de dos culturas y religiones: la católica, que remite a cuando la Virgen María llevó al niño Jesús al templo, y la prehispánica, en la que se llevaban tamales al rendir culto a los dioses.
Se conservan costumbres folklóricas para el cierre del ciclo navideño. Los llamados “Vasallos de La Candelaria” arrancan la celebración el 2 de febrero. El templo y las calles de La Parroquia amanecen adornados especialmente para una celebración que incluye pagos de promesas y procesiones en honor a la Virgen. A las ocho de la mañana, tanto lugareños como visitantes se reúnen en la iglesia para participar en una ceremonia conocida como La Bendición del Fuego de la Candelaria a la cual asisten llevando velas y velones encendidos para que sean bendecidos por el cura de la iglesia.
Al culminar la misa, se inicia una procesión que recorre las calles del pueblo con la imagen de la Virgen cargada en andas hasta regresar al templo, a cuya entrada colocan la imagen sobre un altar. A las puertas del recinto sagrado, los vasallos entonan coplas a la Virgen, antes de dar comienzo al baile que expresa la amorosa ofrenda de vasallos y creyentes. La danza que realizan los vasallos es un baile alegórico a las faenas que realiza el campesino durante las diferentes fases del proceso de preparación y cultivo de la tierra.
El día 3 de febrero, los vasallos llevan a la Virgen hasta Zumba, lugar donde la tradición atribuye su milagrosa aparición. Un conjunto musical acompaña a la procesión; y una vez en el sitio, se realiza una misa exclusiva para los vasallos, quienes se congregan frente a la capilla para escuchar las palabras del sacerdote. Al finalizar la misa, los vasallos ofrendan nuevamente el baile a la Virgen, para luego devolver imagen al templo de La Parroquia. Continúan la celebración en la casa del capitán, donde los vasallos bailan la Danza del Palito y son obsequiados con licor y chicha.
Esta fiesta a la advocación mariana de La Candelaria es un homenaje religioso que conmemora a la vez la obligación que, según la historia, tenían los padres en tierras de Palestina de presentar sus hijos en el templo a los cuarenta días de nacidos. En muchos pueblos de nuestro país se efectúan en este día diversos actos religiosos, principalmente misas y procesiones.
Pero es, sobre todo, en Mérida, en ese pueblo llamado La Parroquia, donde se lleva a cabo la más bella e importante manifestación floklórica. Ella consiste en el desfile de los ofrendantes varones, que visten trajes de colores semejantes a los de los cortesanos franceses de la época de Luis XV. Con tal atuendo acuden a la iglesia para asistir a la misa, a la procesión bailar frente a la puerta principal y recitar coplas en homenaje al Niño y a la Virgen.
La música con que acompañan todo consta de tres trozos que ejecuta un violín con el acompañamiento de tiple y tambora.
La Fiesta de la Candelaria se celebra también en los hogares, donde muchas familias encienden velas, rezan a la Virgen y cenan juntas mientras todo el ornamento navideño es retirado hasta el próximo mes de diciembre.
Hoy celebramos a...