Practicar el plogging se ha puesto de moda. ¿En qué consiste? En correr y recoger. ¿Te animas?
Las mujeres de hoy en día tendemos a hacer varias cosas al mismo tiempo y, seamos honestas, a veces,por “no tener tiempo”, dejamos el ejercicio de lado, aunque sea beneficioso para nuestra salud, más allá de la parte estética. ¿Pero y si les digo que con este modo de hacer ejercicio también ayudarán a rescatar el medio ambiente?
Se trata del “plogging” una tendencia que nació en Suecia -cuyo término proviene de la unión de dos palabras suecas que, traducidas al español, serían ‘recoge’ + ‘corre’. El plogging se está haciendo muy popular gracias, como no, a las redes sociales. Porque sí, ya existía gente que hacía esto, pero los escandinavos se han encargado de convertirlo en una especie de moda que, esta vez, nos beneficia a todos.
¿En qué consiste? Es bastante simple: sólo ponte tus zapatillas deportivas más cómodas, agarra una bolsa, mejor si de las recicladas por supuesto, sal a correr y en tu recorrido ve recogiendo la basura que encuentres a tu paso.
Al llegar a casa, pon en los recipientes de reciclaje aquello que pueda ser reutilizado y el resto deséchalo de manera correcta por los ductos regulares de basura.
¿Correr no es lo tuyo o no lo puedes hacer por alguna condición de salud? ¡No hay problema! También lo puedes hacer caminando, montando bicicleta, cuando saques a pasear a tu mascota o durante cualquier otra actividad física al aire libre que realices.
También puedes llevar unos guantes o gel anti-bacterial para protegerte de posibles bacterias, todo dependerá del tipo de desechos con los que te encuentres.
El hecho de que te agaches o inclines para recoger basura mientras haces ejercicio no sólo es bueno para el ecosistema, sino que también hace que tu hagas una especie de entrenamiento de intervalos, donde justamente esos mini momentos de “descanso” o “recuperación” hacen que aumentes tu resistencia cardiovascular y quemes más grasa porque tu metabolismo se mantiene más elevado de lo habitual, quemando energía incluso después de terminar el ejercicio (además de trabajar más tus piernas y brazos).
Incluso, hasta podrías reunir a un par de amigos un fin de semana y hacer una especie de competencia, donde el que recoja más basura, le invitan luego al teatro o a almorzar.
Evalúa tu vecindario y sal a entrenar al lugar donde más haya desechos por culpa del descuido o de la indiferencia humana: la orilla de una playa, la montaña, un parque, etc. De este modo, no sólo estarás haciendo algo que es beneficioso para tu cuerpo y finanzas (pues es totalmente gratis), sino también para el planeta y, por ende, el lugar donde todos vivimos.
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