Fue discípula de Goya, pero sus dibujos se atribuyeron al genio por error.
Ha tenido que transcurrir más de un siglo y medio para que la figura de Rosario Weiss (1814-1843) vaya apareciendo ante el público. Dibujante y pintora, copista de los grandes maestros, la vida de Weiss está marcada por la de Francisco de Goya, de quien fue ahijada. Por esta circunstancia y poco más se la conocía hasta hace bien poco.
Weiss vivió en la Quinta del Sordo, junto al genio, porque era hija de su ama de llaves Leocadia Zorrilla (con quien Goya llegaría a tener una relación amorosa muy al final de su vida). El artista murió cuando Rosario contaba 14 años y, por su parte, ella falleció siendo muy joven, a los 28 años, víctima de una infección intestinal según certificado médico.
Pese a que su padre oficial fue el joyero judío alemán Isidoro Weiss, las malas lenguas sembraron el rumor de que era hija ilegítima de Goya (1746-1828), lo cual ha quedado desmentido por la documentación histórica de que se dispone en la actualidad.
La Biblioteca Nacional de España propone hasta el 31 de abril en su sede de Madrid una exposición que ha de servir como recuperación de esta mujer singular, virtuosa del dibujo.
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