Repasamos en formato breve su pintoresca filmografía para tratar de desvelar dos o tres claves de su cinematografíaPara los amantes del cine fantástico es un viejo y simpático conocido pero para el resto puede que este director mexicano resulte poco menos que un incómodo extraño. Repasamos en formato breve su pintoresca filmografía para tratar de desvelar dos o tres claves del cine de Guillermo del Toro
1. Cronos (1993)
Película de vampiros diferente. Toda una declaración de principios de alguien que entiende el género y que propone una truculenta variación. Aparecen los primeros signos identificativos del cine de Guillermo del Toro, entre otros, los niños y los monstruos. O dicho de otra forma, la inocencia y la diferencia vista desde los ojos de un niño (lo monstruoso).
2. Mimic (1997)
Primera y traumática experiencia de Guillermo del Toro en Hollywood. En esencia, los productores le robaron la película y aún así, sigue siendo uno de los largometrajes más apreciados por sus fans. Los monstruos y los niños siguen estando ahí y además siguen siendo decisivos. Mimic destila el primer tufillo importante a H.P. Lovecraft, escritor de relatos de terror de referencia obligada del que De Toro echará mano con frecuencia.
3. El espinazo del diablo (2001)
Primera propuesta de Del Toro bajo bandera española. Producida por la productora de Pedro Almodovar, el film supone además la primera aproximación de su director al subgnénero de los fantasmas. Como ateo reconocido, el director no solo demuestra conocer los mecanismos del género sino que además está dispuesto a ofrecer una perspectiva ligeramente distinta. Una de sus mejores películas.
4. Blade II (2002)
Cuenta la leyenda que Guillermo del Toro llevaba tiempo cocinando una idea para llevar a la pantalla uno de sus superhéroes favoritos, Hellboy. Los estudios Universal no veían clara la propuesta del director mexicano y menos aún con un protagonista como Ron Perlman al que solo lo conocían unos pocos. La condición se titutló Blade II.
A Del Toro le dijeron, demuestra que puedes filmar una película de éxito como la secuela de Blade y te daremos 65 millones de dólares para que hagas Hellboy. Dicho esto, Blade II no es más que una simpática película de vampiros con muchas peleas. No es nada del otro mundo y aún así, es la mejor de la maltrecha saga.
5. Hellboy (2004)
Adaptación muy personal del comic de Mike Mignola. Del Toro se salió con la suya y terminó llevando a la pantalla el célebre demonio de buenas intenciones. Hellboy es, además de la primera película con declaradas influencias de Lovecraft, un divertimento la mar de entretenido. Es como ver lo mismo de siempre pero con unos actores y unos elementos distintos.
6. El laberinto del fauno (2006)
Segunda incursión de Del Toro en el cine español y con muy buenos resultados. El film fue un éxito de público y crítica, manteniendo los mismos elementos de los que hablábamos al principio, la mirada de un niño (en este caso una niña) y un monstruo, para la ocasión un fauno. La película también pondría sobre la palestra otro de los tics, algo más discutibles, de Del Toro: su admirable forman de combinar fantasía y cruda, a veces muy cruel, realidad.
7. Hellboy II
Segundo intento por parte de su director de sacar adelante una particular trilogía sobre su superhéroe favorito. Con un presupuesto inflado hasta los 85 millones de dólares, esta secuela superó los 160 millones – aún así, poca cosa para como se las gastan en Hollywood. El personaje ya anda inmerso en lo que los americanos llaman un reboot y De Toro ya se ha olvidado de filmar una tercera entrega.
8. La cumbre escarlata
Probablemente sea la película peor planteada de su director. Como dicen en el propio film, la película no es una historia “de” fantasmas sino “con” fantasmas. Lo terrorífico resulta más anecdótico y accesorio que nunca, tanto como su recargado diseño de producción de fastuosos decorados. Seguramente esta sea su peor película aunque ya proponía algo que desarrollaría plentamente en La forma del agua: una trágica historia de amor.