“Desafortunadamente, noticias preocupantes continúan llegando de la República Democrática del Congo” (RDC), dijo el papa Francisco este miércoles 24 de enero de 2018 durante la audiencia general realizada en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
El Pontífice lanzó un apelo por la paz antes de los saludos a los fieles de habla italiana. “Renuevo mi llamamiento para que todos se comprometan a evitar todas las formas de violencia”, agregó. Por su parte, aseguró, “la Iglesia no quiere nada más que contribuir a la paz y el bien común de la sociedad”.
Apenas ayer, la prensa local informó que alrededor de cinco personas murieron en Kinshasa, capital de la RDC. Los fallecimientos por disparos de la policía se deben a la represión contra grupos de manifestantes que pedían nuevas elecciones para poner fin al poder del presidente del país, Joseph Kabila.
Según la ONU, el balance de víctimas mortales suma otras 35 personas que resultaron heridas y 63 fueron arrestadas en la capital de RDC, en día de enfrentamientos.
Las protestas fueron sofocadas por las fuerzas de seguridad también en otras zonas como Kisangani (centro-norte del país) y Bukavu (en la frontera con Ruanda). Al parecer cientos de fieles católicos y algunos párrocos han sido activos en la petición detrás de las marchas de convocar nuevas elecciones, después de un año de gobierno del presidente Kabila.
La población que protesta exige al mandatario de renunciar al poder, pues con el final de los dos mandatos que la Constitución le permite, se debería convocar a nuevas elecciones.
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