A la llegada de los nietos, la mayoría de las abuelas está dispuesta a cambiar horarios y fórmulas de vida para adecuarse a lo que necesite el nuevo miembro de la familia. Y, sobre todo, para ayudar al papá y la mamá que, en muchos casos, trabajan fuera de casa.
Los cuidados del bebé (o del pequeño) son esenciales, pero puede suceder que la abuela piense que ella debe ir por delante porque la mamá es novata o porque lo que ella opina es mejor que lo que ha dicho la mamá del recién nacido.
Tres puntos que toda abuela debe tomar en cuenta
1 | Ya no es la mamá, sino la abuela, por lo tanto, quienes toman las decisiones son los papás. Así es el ciclo de la vida.
2 | Han transcurrido unos años (15 al menos) desde que ella fue mamá y, por lo tanto, hay que estar dispuesta a aceptar que "las cosas han cambiado".
3 | No hay una fórmula única de crianza y educación de los hijos. Hay tantas fórmulas como personas, y hay que respetar la libertad de los padres por encima de todo.

Algunas abuelas pueden encontrarse con que chocan con la hija (o la nuera) por la forma de afrontar las distintas vicisitudes del nacimiento del bebé.
También puede ocurrir que, las abuelas por su experiencia, piensan que saben manejarlo mejor, diciendo: "Deja, que ya sé yo cómo hay que hacer esto", "cuando lo tenga yo, voy a arreglar las cosas a mi manera".
Si se presenta el caso y vemos que la abuela es intrusiva, se excede en las decisiones que toma e invade lo que debería ser una cuestión de papá y mamá, hay que actuar con delicadeza pero con fortaleza y hablar con ella con claridad y sin herir.

1Agradece su ayuda
La abuela que entrega sus fuerzas, su cariño y su tiempo a los niños. Recordemos su edad y valoremos si aquello que le pedimos puede superarle.
2 Establece mecanismos de diálogo
No solo el hijo o hija sino ambos, porque la abuela debe someterse a ambos (no solo ha de dar cuentas a su hijo o hija).
3Conocer las intenciones de la abuela

Hay que comprobar que lo que hace la abuela es perjudicial para papá y mamá, pero en vez de "castigarla" verbalmente, hay que presentarle los hechos y preguntarle con qué intención lo hace.
Nos daremos cuenta de que las abuelas a veces hacen cosas, no por fastidiar o ser intrusas, sino sencillamente porque su perspectiva es otra y no se daban cuenta del daño que podían hacer.
4Hay que conocer las circunstancias de la abuela
Toma en cuenta que en una temporada puede estar más cansada o más sensible.
5Establecer límites y actividades
Planificar con tiempo su colaboración ayudará a correr menos riesgos de encontrar que la abuela ha invadido un territorio que no le correspondía.
Los abuelos son un gran tesoro
No olvides que los abuelos son un tesoro en la familia y que la aportación que pueden hacer a la educación de los hijos es infinita. Deja que tus hijos se empapen del saber y del cariño de quien los quiere.
Ser intrusivo no pertenece al ADN de la abuela. Por lo tanto, si existe intención, siempre se podrá cambiar.











