Calificada por la Iglesia como una “horrible masacre”, el caso no deja de conmover a la nación
Nicolás Maduro lo llamó “terrorista” y justificó su asesinato en un procedimiento duramente cuestionado por la Iglesia y media humanidad en el planeta. Para una amplia mayoría en Venezuela, se trata en realidad de un mártir que logró incomodar a todo el gobierno luego de un alzamiento en el que no se derramó ni una gota de sangre.
Esta semana lograron despedirlos, en un hecho sin precedentes en la historia de la nación sudamericana. Se trata de los aliados de Óscar Pérez: José Pimentel y Abraham Agostini, quienes fueron enterrados sin haber sido velados y bajo una particularmente fuerte custodia militar y policial.
Cientos de personas acudieron al Cementerio del Este, adonde se escucharon desgarradoras consignas contra militares de la Guardia Nacional que permanecían con equipos antimotines para bloquear el paso hacia las parcelas donde eran sepultados Pimentel y Agostini. «¡Carniceros!», les gritaban.
Los sublevados perdieron la vida durante una operación para su captura, considerada una «masacre» por organizaciones venezolanas de derechos humanos que denuncian «ejecuciones extrajudiciales». Actas de defunción publicadas por la prensa confirman que los siete fallecieron por disparos en la cabeza.
No respetaron ni siquiera sus creencias religiosas, como denunció la diputada Delsa Solórzano, quien preside una comisión encargada de investigar el caso que mantiene conmovida a toda la nación.
Pérez había sido declarado «el criminal más buscado» de Venezuela tras comandar el 27 de junio un ataque sin víctimas contra edificios gubernamentales desde un helicóptero. El 18 de diciembre su grupo amordazó a militares en un cuartel de la Guardia Nacional y robó fusiles y municiones.
El dibujo
En este marco, arrancó lágrimas un conmovedor dibujo que realizó un niño de seis años, el pequeño hijo de José Alejandro Díaz Pimentel, integrante del grupo sublevado contra el gobierno de Maduro, liderado por el ex inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Óscar Pérez. En la tierna imagen le expresó su cariño con la frase: “Te amo, papi”.