La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
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El buen resultado de lo que emprendemos depende en el fondo del amor que ponemos. Y el amor en último término viene de Dios. Entonces, ¿a quién mejor que Él podemos pedir la fecundidad de nuestra vida?
Reza esta oración para dar fruto. Para que tu trabajo, esfuerzos, desvelos, sacrificios, vivencias, obtengan realmente un buen resultado:
Padre mío, que me das la vida y me cuidas cada día,
solícito viñador que miras tu vid con esperanza,
esa que crece al sol, con sarmientos que pueden dar tanto fruto…Me veo ante Ti como un largo tallo de la vid,
con grandes deseos de ofrecerte dulces uvas, en unión a Cristo, tu Hijo.Ayúdame, viñador, para que en Él se desarrolle mi vida,
que todo lo haga conTigo,
que sea el Amor mi savia para que pueda dar fruto abundante.Sé, mi Dios, el alma de mi alma,
que pueda llevarTe en mi mirada, mis palabras, mis manos y actos de amor.Y sepa pedirTe, y recibir de Ti lo que pido, y mis frutos te glorifiquen.
Amén