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Papa Francisco: Un líder sabe hacer preguntas 

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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 02/01/18
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¿Donde está tu hermano? Inquirir desde la sabiduría evangélica El papa Francisco lanza preguntas constantemente y lo hace también a través de gestos concretos. ¿El último gesto?: Difundir una postal de fin de año con una foto de 1945 de las víctimas del bombardeo nuclear en Nagasaki junto con la frase “el fruto de la guerra”.

En efecto, los cuatro Evangelios presentan 220 preguntas. “La pregunta es la comunicación no violenta que no hace callar el otro, sino que relanza el diálogo, lo involucra y al mismo tiempo lo deja libre”, nos enseña el sacerdote Ermes Ronchi (07/03/2016, ejercicios a la curia).

¿Donde está tu hermano?’

Francisco ha usado en varias ocasiones esta pedagogía evangélica inquirente en sus discursos y homilías. “Caín, ¿donde está tu hermano?” preguntó, por ejemplo, el Papa desde la isla italiana de Lampedusa.

En 2013, el Pontífice en su primera salida fuera del Vaticano visitó ese cementerio abierto en las aguas del Mediterráneo: un  escenario olvidado y donde nadie venía a llorar a los ahogados de la crisis migratoria. La mayoría de religión musulmán, especialmente niños y mujeres.

Y la pregunta que rememora el papa Francisco es la que hace Dios en la Biblia. Ante el mal causado, Dios inquiere sobre algo que ya conoce: Sabe que Abel, el hermano de Caín, yacía en el suelo con la cabeza bañada dentro de un charco de sangre. Pero aún así, preguntó para hacer reflexionar a Caín: ‘¿Donde está tu hermano?’.

Jesús suscita muchas preguntas

Una pregunta también dirigida a todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo. No sólo a quien mata a su hermano, sino a quien le hiere o ignora. Existen muchas maneras de atentar contra la vida. De hecho, un error en el trabajo o en la vida cotidiana puede costar la reputación, la salud, o el empleo del hermano.

Jesús hace muchas preguntas, memorable la visita que le hace a sus discípulos en el camino de Emaús ‘¿Qué conversación es esa que os traéis por el camino?’, preguntó. La ciencia, las organizaciones y las empresas se basan en la reflexión y el análisis. Los sociólogos, los empresarios, los padres de familia y los comunicadores deberíamos hacernos y hacer muchas preguntas en la búsqueda de la verdad.

Preguntar, lenguaje de la no violencia 

Cabe aquí recordar una historia contada por un líder en una empresa en Colombia. El jefe de reparto en una fábrica sabía que la producción de la semana se había perdido porque un empleado había mezclado mal los aditivos químicos.

El jefe de producción no preparó un regaño para el joven contratado. Invitó al empleado a conversar sobre lo sucedido. ‘¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué no funcionó?, preguntó. Él ya sabía lo que no había funcionado tras años de experiencia. Y formuló varias preguntas durante la búsqueda de la verdad, al mismo tiempo que ataba cabos para una reflexión esperanzadora de la solución.

Al final, afinó el discurso: ‘Bueno, nosotros creemos en tus capacidades, si entendiste tu error, entonces sabes cómo mejorar para que no vuelva a suceder’. Ese empleado no cometió más el mismo error. Se sentía apreciado. Sabía que confiaban en él y que el error llegó no por falta de capacidades, sino por falta de experiencia. Las preguntas magnánimas del jefe de producción fueron una introspección útil para mejorarse a sí mismo y su misión en la fábrica fue de apego consciente.

Saber hacer preguntas para ayudar a los demás

Así, el mal que pareciera fuera un obstáculo se convirtió en una oportunidad. Una reflexión madura ayuda a enmendar y deviene en una ocasión para aprender y crecer. Una pregunta bien formulada en un momento definitivo puede ayudarnos a ser la mejor versión de nosotros mismos.

Un líder sabe hacer preguntas a los demás y sabe hacerse preguntas sobre el mundo, la realidad y sobre el bienestar de la personas que guía. Y las mejores preguntas (irreverentes, incomodas, desafiantes) son las que nos sacan del área de confort y causan cambios, revoluciones y desafían el status quo y nos hacen libres, amorosos y humildes.

La pregunta puede esconder a Dios en cada cosa

En síntesis, detrás está la intuición de buscar a Dios en todas las cosas. El primer papa religioso después de casi dos siglos está formado en la espiritualidad ignaciana (San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús) y está aplicando en su pontificado precisamente este modelo que proviene de Jesús y que comparte con sus fieles: acercarse a la realidad, analizar el contexto, dialogar con la experiencia, evaluar a través de la reflexión, vivir orientado a la acción y ser abiertos siempre a la evaluación.

De ahí, inquirir para encontrar a Dios en familia, en la amistad, en la vida profesional y en el trabajo, en los últimos y en los necesitados. Aquí podríamos relacionar perfectamente cada elemento a las parábolas y mensajes de Jesús a sus discípulos.

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