El pánico se apoderó de la ciudad australiana de Melborune cuando un hombre atropelló en la zona de la estación de trenes –en plena hora pico- a una multitud con un auto y dejó de momentos al menos 19 heridos.
El hombre fue detenido, pero aún no se conoce el móvil del ataque, aunque su accionar hace recordar a los “lobos solitarios” vinculados al Estado Islámico.
De momento, según informan los servicios médicos, entre los heridos hay un menor de edad con lesiones graves y otros seis hospitalizados con heridas graves.
En el mes de enero la ciudad también había sido testigo de un ataque y en aquel entonces seis personas murieron y unas 30 resultaron heridas.
Oremos por las víctimas de este “ataque deliberado”, calificado así por las autoridades -quienes informaron que era muy prematuro hablar de acto terrorismo y luego afirmaron que no había «evidencias» para tratar el ataque como tal- en la segunda capital más importante de Australia, después de Sídney.