Un equipo de 50 profesionales trabajaron a contrarreloj en el Reino Unido para que sobreviviera.Su enfermedad se llama ectopia cordis (que significa, traducida del latín, algo así como “lugar fuera del corazón”). Es un caso que sucede entre millones de embarazos en todo el mundo y en el 90% de las situaciones acaba con el fallecimiento del bebé.
Sin embargo, la batalla titánica de esta recién nacida y de los médicos ha acabado felizmente en victoria. Vanellope Hope Wilkins es hija de Naomi Findlay, de 31 años, y Dean Wilkins, de 43 años.
El aborto no era una opción para los padres
A las 16 semanas de gestación, los especialistas detectaron cuál era la enfermedad del bebé, informaron a los padres y les indicaron que si así lo deseaban podían abortar.
Naomi y Dean se negaron en rotundo a quitarle la vida a la hija ese a la precariedad de su salud y a que las perspectivas no eran positivas. Decidieron seguir adelante aún a riesgo de lo que podía pasar.
Vanellope nació hace tres semanas por cesárea programada. En el quirófano del Hospital Glenfield (Leicester) todo estaba listo para intervenir de urgencia en cuanto fuera posible ya que el corazón, tal como puede verse en imágenes, latía en el exterior del bebé. El equipo sanitario que ha requerido la ayuda médica de Vanellope está formado por 50 profesionales. Aunque sigue conectada a una máquina de ventilación, su progreso es positivo.
“Una niña terca que no pierde la esperanza”
Los padres han decidido llamar al bebé Vanellope en recuerdo de la coprotagonista de la película de Disney Rompe Ralph, “una niña terca que no pierde la esperanza hasta que al final se convierte en una princesa”.
Una hora después de nacer, Vanellope fue sometida a la primera operación quirúrgica gracias a que la bebé respiraba (y lloraba) y han sido necesarias otras dos para que finalmente le haya sido posible colocar el corazón en el lugar adecuado del tórax, que no disponía de costillas ni esternón.
La segunda intervención se centró en lograr hacer espacio en el pecho de la bebé para que cupiera el corazón. La tercera se centró en la colocación y cierre del tórax, para lo cual fue necesario extirpar piel de debajo de los brazos de la niña e implantarla en el pecho.
Venellope cuenta ahora con una malla especial que le protege el corazón a modo de costillas y que también le fue instalado en una de las operaciones.
Los medios británicos siguen el caso de Vanellope con interés ya que se trata del primer caso del Reino Unido en que un recién nacido con esta patología logra sobrevivir. El padre, Dean Wilkins, aseguró a la BBC que su hija está “desafiando” los pronósticos médicos y consideró que su caso “va más allá del milagro”. Lógico que su segundo nombre sea Hope (Esperanza), ¿verdad?