Pregunta a una mujer soltera qué encuentra atractivo en un hombre y recibirás todo tipo de respuestas: que si el pelo, que si los ojos, que si los bíceps… y demás. Pero lo que no escucharás es qué hace que un hombre sea irresistible a largo plazo.
Hace falta una mujer casada, una que haya vivido con su hombre durante una década o más, para valorar los atributos que perduran y olvidar aquellos que no.
Después de hablar con un buen número de esposas de largo recorrido sobre qué es lo que mantiene la química en su matrimonio, recibimos todo tipo de respuestas sorprendentes…
¿Qué hay más atractivo que un hombre que sabe lo que hace?
“El hecho de que él sepa cosas que yo no sé, en especial sobre construcción, manualidades y reparaciones. Supersexy”. —Diana*, Orlando, Florida, 55 años, 15 años casada.
“El hecho de que puede arreglar casi cualquier cosa”. —Kerri Arsenault, Ciudad de Nueva York, 49 años, 15 años casada.
Un apoyo de confianza, el afrodisíaco secreto
“Esta semana ha sido su amor, su cariño y su apoyo emocional hacia mi hija (su hijastra) y compensando la increíble cantidad de carencias que dejó su padre biológico. ¡Está dándolo todo y más!”. —Joanne Mills Poesch, Ashburn, Virginia, 44 años, 13 años casada.
“Incluso durante una discusión acalorada, sé que vamos a solucionarlo. No hay escenario posible en el que uno de los dos dé un portazo y no regrese. Para alguien tan cabezota como yo, eso es irresistiblemente sexy”. —Katie Finch, Seattle, 37 años, 8 años casada.
“Otro punto más es su amor hacia mis hijos, sus hijastros. Él los cria y está muy próximo a ellos. Juntar una familia es difícil. Para convertirse en una familia real lo mejor no es solo sobrevivir como grupo, sino enamorarse de los demás”. —Beth Arnold, Little Rock, Arkansas, 62 años, 26 años casada.
Empatía y afecto
“Cuando entro por la puerta y me echa un vistazo, se da la vuelta y me sirve una copa de vino, sin que hagan falta palabras. Cuando dice ‘Esta noche, Mijares [un restaurante local]’”. —Kassia, Pasadena, California, 53 años, 20 años casada.
“Está lo del desayuno en la cama y luego lo de ‘aquí tienes un billete de avión para más o menos donde se te ocurra ir’, y lo de que nunca se olvide del beso de despedida”. —Sara, Olympia, Washington, 55 años, 26 años casada.
“Que sea capaz de sorprenderme después de 16 años de matrimonio. El elemento sorpresa disminuye un poco y aun así él se las ingenia… Cuando estábamos en Maine, se escabulló y me compró una botella de agua de mar porque sabía que me encantaba. Ayer (y esto es muy grande) reorganizó nuestro dormitorio. Creo que la mayor sorpresa fue reemplazar el diamante de mi anillo de compromiso sin que me diera cuenta”. —Kathleen, Glen Rock, Nueva Jersey, 43 años, 15 años casada.
La paternidad no mata la libido
“Cuando juega con nuestros hijos”. —Maria Moser, Middletown, Maryland, 40 años, 15 años casada.
“El que le guste tanto cómo cambia mi cuerpo durante los embarazos y lo que puede hacer (dar a luz, amamantar), aunque ya no sea el cuerpo de veinteañera que tuve una vez”. —Cindy Marie Jenkins, Orlando, Florida y Los Ángeles, 37 años, 10 años casada.
“Fue un compañero magnífico en el parto de nuestras dos hijas. Los partos fueron en Puerto Rico y luego Guam y ambos fueron partos naturales. Él se documentó, contrató a las matronas y me mimó mientras aprendía a dar el pecho. No es del tipo sensiblero, pero se involucró al máximo y a estas alturas sabe tanto de parir y dar el pecho como yo”. —Anjelica Malone, Fayetteville, Carolina del Norte, 32 años, 9 años casada.
Atención total y completa
“La forma en que me mira, como si no existiera nadie más”. —Vanessa von Mollendorf, Gauteng, Sudáfrica, 50 años, 26 años casada.
“Atención totalmente inesperada en un momento bajo o cuando crees que ha olvidado un momento especial”. —Kathleen, Newton, Massachusetts, 53 años, 25 años casada.
“Cuando mi marido y yo estamos en extremos opuestos de una habitación repleta de gente participando en conversaciones adultas y entonces levanto la vista y nuestros ojos se encuentran. Él me sonríe y todo lo que me dan ganas de hacer es coger su mano y salir corriendo juntos. Porque él me conoce mejor que cualquiera de esa habitación, mejor que cualquiera en la ciudad, mejor que nadie en el mundo, y el conocimiento íntimo es sexy”. —Sarah McCoy, Boulder, Colorado, 36 años, 11 años casada.
Y por supuesto, la química pura y dura
“¡Huele de maravilla!”. —Karen, Fairfax, Virginia, 45 años, 20 años casada.
“Me encanta cómo huele mi marido; siempre me ha encantado”. —Anne, Arlington, Virginia, 50 años, 20 años casada.
“Mi marido está de lo más sexy después de trabajar mucho. Hace poco construyó una cabaña almacén en nuestro patio y tuvo que quitar algunos árboles y arbustos, además de cavar un poco, lo justo para poder empezar. Le llevé un vaso de agua para animarle a tomarse un descanso. Y allí estaba, sonriendo mientras miraba lo que había conseguido hasta el momento, secándose el sudor de la frente, oliendo a hierva, tierra y almizcle…”. —December Fields-Bryant, Alaska, 27 años, 7 años casada.
“Si tuviera que decidir por una cosa, sería su risa”. —Elizabeth, Baltimore, 54 años, 16 años.
“El humor, por supuesto, pero también su curiosidad constante: siempre quiere aprender más cosas”. —Beth, Ciudad de Nueva York, 34 años, 11 años casada.
“Mi marido me despierta con una sonrisa (mientras que yo sigo gruñona) y bromea conmigo para sacarme del mal humor. También se entusiasma con lo que hacemos: películas, museos, libros… y me lee fragmentos de lo que él lee de noche, y eso me encanta…”. —Caroline Leavitt, Ciudad de Nueva York, 54 años, 20 años casada.
* Algunas de nuestras señoras esposas de largo recorrido pidieron que se empleara únicamente su nombre para proteger su privacidad.
Hoy celebramos a...