El Pontífice de las periferias ha venido a Myanmar a confirmar en la fe y la esperanza a las minorías cristianas, (-1%) que viven en el país de mayoría budista El papa Francisco ha celebrado, este miércoles 29 de noviembre, el encuentro con los pastores del ‘pequeño grey’ de 700.000 católicos muy pobres y dispersos en Myanmar (definido así por el cardenal arzobispo de Yangon, Charles Bo esta mañana).
En su mensaje el Pontífice pidió a los obispos seguir su misión de servicio según tres ideas clave: “Sanación, acompañamiento y profecía”. El Papa recordó que “el Evangelio que predicamos es sobre todo un mensaje de sanación, reconciliación y paz”.
El obispo Felix Lian Khen Thang, presidente de la Conferencia Episcopal de Myanmar recibió al Papa con gran efusividad y el Obispo de Roma animó, a su vez a los obispos para que cumplan con su función de acompañar a su pueblo: “Un buen pastor está constantemente presente ante su grey, conduciéndola mientras camina junto a ella”.
“Como me gusta decir, el pastor debería oler a oveja”, agregó. Y les invitó a realizar “visitas pastorales regulares a las parroquias y las comunidades que forman vuestras Iglesias locales”.
Entretanto, destacó la importancia de los jóvenes para el futuro de la Iglesia y la sociedad, por eso pidió a los Obispos “un esfuerzo especial para acompañar a los jóvenes”.
Por último, el Papa reiteró que “la Iglesia en Myanmar testimonia cotidianamente el Evangelio gracias a sus obras educativas y caritativas, su defensa de los derechos humanos, su respaldo a los principios democráticos”
Al respecto, resaltó que “el Obispo no sólo debe oler a oveja, sino que también debe oler a Dios”.
“La unidad que compartimos y celebramos nace de la diversidad”, insistió Francisco que al final del acto fue hablando uno a uno con todos los obispos y se hicieron una foto de grupo.
Compromiso con los pobres
El Papa, en su intervención, reconoció que la comunidad católica de Myanmar “puede estar orgullosa de su testimonio profético de amor a Dios y al prójimo, que se expresa en el compromiso con los pobres” y confirmó, una vez más, el apoyo de los cristianos a los desplazados, sin nombrar a la población de la minoría musulmana rohinyá (blando de operaciones de limpieza étnica).
Una labor caritativa sin mirar a quien “con los que están privados de derechos y sobre todo, en este tiempo, con tantos desplazados que, por así decirlo, yacen heridos a los bordes del camino”.
Asimismo, después de la foto grupal con 300 seminaristas, el Papa regresó al Arzobispado donde, en la Capilla de la planta baja y se reunió en privado con 30 sacerdotes de la Compañía de Jesús en Myanmar.
Together with #PopeFrancis and my brother #Jesuits of #Myanmar #PopeinMyanmar pic.twitter.com/uDgvkAyYXY
— Antonio Spadaro (@antoniospadaro) November 29, 2017