La escalada de violencia, que parece no tener fin, en los países que conforman el llamado “Triángulo del Norte” de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), aunada a la falta de trabajo y de educación, ha propiciado que el número de mujeres inmigrantes detenidas en México haya aumentado escandalosamente los últimos cinco años.
Un reporte reciente del Instituto para las Mujeres en Migración (Imumi), sobre Familias Centroamericanas Inmigrantes en México, destaca que de 2011 a 2016 el número de mujeres detenidas procedentes de “Triángulo del Norte” pasó de 9,160 el primer año a 47,383 el año pasado.
En lo que respecta a la situación de las mujeres, el reporte observa particularmente el peligro en familias compuestas por madres y sus hijas e hijos, que quedan expuestas a ser detenidas después de cruzar la frontera. El número de detenciones de mujeres es cinco veces mayor en 2016 que en 2011, mientras que el de hombres es solamente dos veces mayor.
“Se incrementó la participación porcentual de las mujeres en los flujos migratorios: pasaron de conformar 14 por ciento del total del número de eventos de detención en 2011, a 25 por ciento en 2016”, afirma el documento del Imumi.
La explicación de este aumento del flujo migratorio femenino hacia México lo explica este organismo por la presencia del crimen organizado, las pandillas, la violencia contra las mujeres, la violencia familiar y sexual, así como los altos índices de homicidios, especialmente entre menores de 20 años en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Todos estos temas, a los que se les une la corrupción, la impunidad, la injusticia social y la falta de oportunidades de trabajo y educación, han tenido efectos “devastadores” en mujeres y niños de Centroamérica, declara el informe del Imumi.
Solicitudes de asilo crecen
En México, el fenómeno también se ha reflejado en un incremento del número de solicitudes de asilo de personas provenientes de esos países. Según el Imumi, de acuerdo con cifras que maneja la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, entre 2015 y 2016 las solicitudes de asilo crecieron 157 por ciento.
En 2016, sólo el equivalente dos por ciento de las personas del “Triángulo del Norte” detenidas en México alcanzó protección internacional”, cita el documento del Imumi. Además, señala que, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2015 más de 80 por ciento de las mujeres centroamericanas entrevistadas por oficiales de asilo de Estados Unidos mostró tener un “miedo creíble de persecución”, por lo que era elegible para solicitar asilo.
Por otro lado, hay que señalar que entre 2014 y 2016, según el Instituto Nacional de Migración (INM), México deportó a 421,000 personas de los países centroamericanos, muchas de ellas familias, niñas y niños con necesidades de protección internacional.
A la par, a raíz de la suspensión de forma indefinida de los plazos para emitir decisiones sobre solicitudes de protección internacional, publicada en el Diario Oficial de la Federación de México el pasado 30 de octubre, más de 5,000 personas están “en el limbo”, pues su trámite de reconocimiento está frenado.
El Imumi sugiere cambiar de enfoque, “que se generen estadísticas migratorias sobre familias; implementar medidas de no detención para familias inmigrantes; incrementar alternativas a la detención de la niñez inmigrante acompañada y no acompañada; aumentar la expedición de visas humanitarias, y promover el acceso a la protección internacional y la justicia para los inmigrantes”.
“Si México busca fortalecer su posición frente a Estados Unidos, diversificar sus relaciones con otros países y mejorar su imagen en el ámbito de los derechos humanos, requiere cambiar su política migratoria hacia sus vecinos del sur. De esta manera podría demostrar a la comunidad internacional que participa en la crisis de Centroamérica con una política de protección, en lugar de adoptar políticas de disuasión, detención y deportación que violan sus leyes nacionales y compromisos internacionales”, dice el informe del Imumi.
Con información de Expansión
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